Por qué bajar de peso no debe ser tu objetivo en 2021

Comenzamos el año y con ello llega el famoso propósito de perder peso. Hablo de perder peso porque es el objetivo genérico que engloba tanto a un «me voy a poner a dieta», como a un «me voy a apuntar a un gimnasio». Para empezar, perder peso no es lo mismo que adelgazar, porque puedes perder volumen sin que el número de la báscula sufra grandes cambios. Perder peso a secas, sin tener en cuenta nuestra salud, suele ser tan simple como dejar de comer, pero una perogrullada de ese calibre es igual que decir que si no respiras acabas sin oxígeno.

La cuestión no es quitarnos kilos, sino cambiar nuestra composición corporal y conseguirlo de una manera adecuada para evitar los famosos efectos rebote que nos llevan a recuperar lo perdido. Por este motivo, permíteme recomendarte que tu objetivo sea cambiar tus hábitos y emprender un cambio hacia una vida más saludable. Pero esta recomendación es una frase hecha. Un poco hueca. Facilona. Es como decir que tu pensamiento es transversal o alguna de estas cursilerías que se sueltan ahora.

Para no quedarnos ahí, en buenas intenciones y poco más, te vamos a proponer una serie de metas para este nuevo año. Si las consigues todas, o la mayoría de ellas, casi seguro que habrás adelgazado y posiblemente también hayas perdido peso, pero deja de pensar en la báscula. Vamos a cambiar el chip.

Invierte en salud y acude a un entrenador personal y un nutricionista

Si conoces a alguien que aúne estas dos áreas de conocimiento, perfecto. La personalización es muy importante. Cada persona tiene una edad, sexo, un peso y sobre todo, una actividad física previa muy diferentes. Es fundamental que un profesional valore tu caso, te vea, charle contigo, entienda y sepa encontrar tus fortalezas y tus debilidades. He utilizado la palabra invertir porque es eso, una inversión. Aunque duela al bolsillo, todos podemos quitarnos una cena fuera de casa al mes o algún capricho. La supervisión de una persona cualificada evitará riesgos y lo que es más importante, podrá ir ajustando tu plan conforme avances en el proceso.

Busca conseguir marcas deportivas concretas

Eso de una marca deportiva te puede sonar a deporte de élite, pero todos tenemos nuestras marcas personales. Que no tengas las capacidades de un campeón olímpico, no quiere decir que no puedas cronometrar lo que tardas en correr una distancia a tu ritmo. Tus marcas serán tus referencias personales de lo que hay que mejorar. No se trata de imitar el último reto viral, sino de conseguir una mejora individual.  Lo importante de este enfoque es que para ir mejorando tendrás que comer bien, descansar y entrenar. Y para hacer estas tres cosas bien, mejor con la supervisión de un entrenador y un nutricionista, de ahí que sea la primera recomendación.

He aquí algunas marcas personales que puedes buscar en este 2021 que empieza. Insisto, debes ajustarlos con un profesional que te conozca personalmente y nunca anteponer la velocidad o la carga a la técnica. La seguridad es lo primero. Algunos objetivos te resultarán muy fáciles, otros imposibles a corto plazo, pero no hay nada descabellado:

• Corre un kilómetro por debajo de los cinco minutos. Si correr te parece imposible, empieza caminando e intenta completar el kilómetro lo más rápido que puedas. Ya llegará la carrera. Es importante el factor intensidad, caminar sin más no es suficiente.
• Consigue remar 500 metros por debajo de los dos minutos. Las máquinas de remo o ergómetros son las grandes desconocidas de los gimnasios, sin embargo con ninguna otra máquina de cardio conseguirás un trabajo físico tan global.
• Acaba el año levantando al menos tu propio peso corporal en peso muerto. Que no te de miedo. El peso muerto es el ejercicio en el que más kilos se pueden levantar, de hecho son muchos entrenadores de máxima cualificación los que consideran que, salvo problema médico, no ser capaz de conseguir esta marca entra en el terreno de la disfunción. Para curar la incredulidad, os dejo un vídeo de una señora que con sus 95 años hace un levantamiento de 60 kilos (130 libras):

• Consigue levantar al menos un 70% de tu peso corporal en sentadilla.
• Levanta entre un 40 y un 50% de tu peso corporal en press de hombro.
• Sé capaz de aguantar un minuto en posición de plancha abdominal.
• Sé capaz de aguantar colgando de una barra durante 45 segundos.
• Consigue hacer una dominada. Si ya puedes, intenta incrementar en una repetición cada mes las que seas capaz de hacer ahora mismo.
• Prueba algo nuevo y diferente a lo que ya haces: yoga, kettlebells, ciclismo, patinaje, senderismo, bailes de salón… la lista sería interminable. Está más que demostrado que combinar actividades tiene múltiples beneficios para la mejora global de tu forma física. No te encierres a una única tabla o rutina, un motivo de abandono muy común es el aburrimiento. Intenta evitarlo haciendo cosas muy distintas.

Si hay algo que echas en falta, bienvenido sea. Lo importante es que añadas a tus entrenamientos un cronómetro y algo donde apuntar los kilos que levantas y las repeticiones. Si prestas atención y esfuerzo en mejorar y lo acompañas de una adecuada nutrición, puedes dejar la báscula en un segundo plano. No manda ella, mandas tú. No esperes milagros, tus avances serán los que te hayas ganado, pero merece la pena. Siempre merece la pena. Que la fuerza te acompañe.