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Blogs Que la fuerza te acompañe por Alfonso M. Arce

Por qué el ejercicio en adultos y mayores es todavía más importante que en el resto de población

Estos son los motivos por los que el deporte y la actividad física no deben considerarse solo para los jóvenes, todo lo contrario

Por qué el ejercicio en adultos y mayores es todavía más importante que en el resto de población
Alfonso M. Arce el

Creer que a media que envejecemos nuestra calidad de vida debe empeorar por puras leyes naturales no es una verdad absoluta. Por supuesto, si quieres ser competitivo en un deporte con setenta años lo vas a tener complicado, pero poder realizar tareas diarias, disfrutar de actividades recreativas que impliquen cierto esfuerzo físico y ser autosuficientes debería ser un objetivo común para toda la población. Si en tu caso existen ciertas limitaciones físicas, probablemente lo que quieras es detenerlas o incluso mejorar dichas limitaciones. Tener este tipo de objetivos no es esperar un milagro, no hay que dar por sentado que la fragilidad es algo irremediable simplemente por cumplir años.

Nos han metido en la cabeza que perder músculo y ganar grasa es parte del proceso natural de envejecimiento. La realidad es que muchos de los síntomas de la vejez son una consecuencia de la inactividad, de usar menos los músculos. La debilidad muscular, la pérdida ósea y el metabolismo lento son cambios que acompañan al envejecimiento, pero no son causados ​​únicamente por él, somos nosotros los grandes culpables. «¡Úsalo o piérdelo!» Seguro que has escuchado esta frase antes y nada puede describir mejor lo que le sucede en nuestro cuerpo a medida que envejecemos. Sin embargo, este proceso se puede retrasar e incluso revertir muchos de sus síntomas gracias al ejercicio físico.

  • Entrenamiento de fuerza: el arma principal contra el envejecimiento

Lamentablemente no se conoce el elixir de la juventud eterna, pero lo más parecido a ello sería el entrenamiento de fuerza, o siendo más específicos el entrenamiento con pesas. Empieza a haber una certeza científica apabullante que demuestra los múltiples beneficios del entrenamiento de fuerza para nuestra salud ya que es extremadamente importante para combatir la disminución de la masa muscular, de la densidad ósea y la ralentización del metabolismo relacionados con la edad. Además, también ayuda a disminuir el dolor de espalda, reducir las molestias derivadas de la artrosis y prevenir o controlar algunos síntomas de la diabetes.

  • La conexión músculo-grasa

La inactividad física provoca una pérdida promedio de entre dos y tres kilos de masa muscular por década. Esta pérdida muscular conduce a una reducción de la tasa metabólica de 2 a 5 por ciento en dicho periodo de tiempo. Esto implica que una cantidad importante de calorías que antes gastábamos como ‘gasolina’ para nuestros músculos pasan a almacenarse en forma de grasa, lo que da como resultado un aumento de peso gradual y la característica flacidez de nuestro cuerpo. Es muy sencillo: la manera más efectiva de combatir la acumulación de grasa es protegiendo tu masa muscular, y encima podrás comer más abundantemente.

  • Bueno para la osteoporosis

Tradicionalmente el enfoque de la lucha contra la pérdida de densidad ósea era preventivo. Especialmente en las mujeres se consideraba que teníamos capacidad para retrasar su aparición, pero diferentes investigaciones han descubierto que el entrenamiento de fuerza puede contribuir de manera importante no solo a la prevención, sino también al aumento de la densidad ósea.

  • Disminuye las molestias de la artrosis

El entrenamiento de fuerza pautado dentro de unos límites razonables puede ser una de las mejores formas de aliviar las molestias de la artrosis. No solo ayudará a lubricar y nutrir la articulación, sino que también fortalecerá los músculos alrededor de ella, brindándole un mayor soporte.

  • Mejora la sensibilidad a la insulina

Recuerda que la insulina es la hormona que segrega el páncreas cuando al comer aumenta el nivel de glucosa en sangre. Ella es la encargada de regular ese nivel de azúcar.  Serás más sensible a la insulina si tu páncreas no necesita segregar mucha cantidad de dicha hormona para deshacerse del exceso de glucosa. Sin embargo, serás menos sensible (o más resistente) a la insulina si necesitas grandes cantidades de ella para eliminar la glucosa de más. Ser más sensible a la insulina sería lo ideal, en el caso contrario, cuando eres más resistente, tendrías una cantidad grande de insulina en sangre que será ‘convertida’ en jugosos almacenes de grasa corporal.

A medida que envejecemos, nuestra sensibilidad a la insulina desciende, problema asociado con la diabetes tipo II. Diferentes estudios han encontrado una relación directa entre el entrenamiento de fuerza y una mejora en la absorción de la glucosa superior a un veinte por ciento.

Resumiendo, el entrenamiento de fuerza puede ser una de las formas más saludables y sencillas de combatir el proceso de envejecimiento. Solo hay que asegurarse de ejecutar los ejercicios con la técnica adecuada, calentar bien, levantar pesos que estén dentro de nuestras capacidades y mantener una dieta equilibrada que nos ayude a mantener un peso saludable. Hay muchas variables en esta ecuación, son sencillas pero convendría estar asesorados siempre por un profesional de la salud y asegurarnos de esta manera que no estamos tomando caminos equivocados. Con unas reglas bien fáciles la edad pasa a ser solamente un número. Demuestra a todos que tú puedes, y que la fuerza te acompañe.

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Alfonso M. Arce el

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