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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

Entrevista a Marisa Gallén, diseñadora

La diseñadora gráfica valenciana ha sido la última galardonada con el Premio Nacional de Diseño 2019

Entrevista a Marisa Gallén, diseñadora
Pablo Delgado el

Marisa Gallén se ha convertido en una de las pocas mujeres que han sido galardonadas con el Premio Nacional de Diseño, concretamente es la segunda, la anterior fue Pati Nuñez en 2007. Y eso que la profesión está plagada de grandes profesionales femeninas que aportan su gran valor a un oficio esencial para la cultura corporativa, comercial y estética en la sociedad. Desde su Estudio gallén+ibáñez, los diseños de esta pionera del diseño español transmiten una gran frescura, compromiso con aquello que le rodea, sencillez, eficacia y desenfado, utilizando soportes como son la imagen corporativa, el diseño editorial, el packaging y la web, pasando a formar parte de una activa cultura convencida de que el buen diseño surge de la entrega, la inteligencia y el compromiso personal. En la actualidad es presidenta de la Associació València Capital del Disseny, que ha sido la encargada de preparar la candidatura de Valencia a la «World Design Capital 2022» y por la que la ciudad ha resultado elegida.

¿Qué supone para usted y para su carrera haber recibido el Premio Nacional de Diseño 2019?
Ser Premio Nacional de Diseño es un gran honor, me siento agradecida y orgullosa de recibir semejante galardón. También ha sido una alegría que, este año, dos mujeres hayamos recibido el Premio Nacional porque existe una gran desproporción de mujeres premiadas: en 2007 lo recibió Pati Núñez, fue la primera mujer galardonada, y en 2019 en la modalidad «Profesional» he sido yo y Silvia Fernández Palomar en la de «Jóvenes Diseñadores». En 1984 fundó, junto a diez socios más, el legendario estudio de diseño La Nave. En un contexto político y social de plena agitación democrática. Cuéntenos, ¿cómo fue esa experiencia y cómo influyó en usted en los siguientes años? Cuando acabé Bellas Artes tuve la suerte de conocer a un grupo de diseñadores con los que me asocié para montar en 1984 el estudio de diseño que acabó siendo símbolo de modernidad en la Valencia de los años 80 y referente para las nuevas generaciones. Este estudio se llamó La Nave simplemente porque nuestro espacio de trabajo era una nave industrial. Una factoría de diseño, con un grupo creativo multidisciplinar en un país que sintió la urgencia de modernizarse, son factores que convirtieron a La Nave en un grupo muy mediático. En ella aprendí, disfruté y también sufrí. Sufrí porque yo sabía que no sabía: estudié Bellas Artes y apenas había oído hablar del diseño, así que empecé a estudiar para estar a la altura de una fama que no merecía. También aprendí de mis colegas a aceptar las exigencias del trabajo profesional y hacerlo con un alto grado de compromiso vital.

¿Cuáles han sido y son sus fuentes de inspiración?
Son diversas, el cine, el arte, el trabajo de otros diseñadores… Entiendo que mi formación en Bellas Artes ha sido una gran influencia porque también me alimento de conceptos, técnicas y hallazgos formales del mundo del arte.

 

«Afortunadamente, no veo que los diseñadores se sientan artistas, sería un error, nuestra función es otra»

 

¿Qué es lo que más le apasiona de este oficio?
Además de mejorar los procesos y ahorrar recursos esta profesión tiene la capacidad de masificar lo estético. El potencial del diseño lo hemos de utilizar para mejorar la calidad de vida porque es omnipresente y bien utilizado es una herramienta para producir bienestar. A todos nos gustan los espacios acogedores y bien iluminados o relacionarnos con productos que nos transmiten emoción. El buen diseño no debe ser prerrogativa de las élites, una de las funciones del diseño es democratizar la excelencia.

¿Cuál es su premisa fundamental en el diseño?
La honestidad me parece la premisa fundamental para todo y con un planeta esquilmado se hace necesario legitimar aquellos objetos que son honestos. ¿Qué define a un objeto como honesto? Un objeto honesto es el que para su producción se ahorra energía y materias primas, el que no contamina, el que está concebido para durar mucho tiempo, el que genera identidad y cariño porque da placer cuando se utiliza, por tanto no se convierte de inmediato en basura, al final de una vida muy larga, se recicla… ya no tiene sentido fabricar productos que no tienen en cuenta la escasez de recursos… es fundamental cambiar la cultura del consumo.

¿Cómo definiría la figura y qué requisitos considera necesarios para ser un buen diseñador?
Para ser bueno en lo que haces, sea la actividad que sea, es necesario sentir el deseo de dedicarte intensamente a ella, es un compromiso vital.

 

«Las empresas van a necesitar a los diseñadores para hacer la transición a un modelo de economía sostenible y nuestras habilidades para la mejora de procesos encontrarán un terreno propicio»

 

¿Qué debe tener un diseño para que pase por encima de modas y tendencias, superando así la prueba del tiempo?
El diseño debe tener sentido y ser adecuado al encargo y al público al que se dirige. Por ejemplo, diseñar una marca muy a la moda no es adecuado porque necesita perdurar en el tiempo, sin embargo, el cartel que anuncia un acontecimiento puede estar marcado por la moda porque tiene una duración y un tiempo de acción limitado. La elección del lenguaje ha de ser acorde a su cometido.

¿En dónde podemos encontrar la belleza de un diseño? ¿Se puede convertir en arte?
Sí, de hecho ya lo es desde el momento en que historiadores, directores de museos, galeristas y coleccionistas le han prestado atención, lo han legitimado. Y es que los límites del arte se han ensanchado tanto que cualquier cosa puede ser arte si la comunidad artística lo legitima. Afortunadamente, no veo que los diseñadores se sientan artistas, sería un error, nuestra función es otra.

Artemadrid. Apertura (2012). Marisa Gallén

Cuando afronta nuevos proyectos, ¿cómo debe ser la relación con el cliente? ¿Hay alguno que tenga más dificultad que otro?
La elección de un profesional debe estar basada en la confianza, debe haber cierta afinidad intelectual, conocer su obra, identificarte con su forma de abordar el proyecto… de este modo el debate no se centra en los aspectos subjetivos sino en los funcionales. Otra cosa que trato de transmitir es que el diseño es estratégico y que debe venir desde la cúpula, desde la dirección de la organización. Es difícil trabajar con personas que no tienen competencia para tomar decisiones.

¿Alguna vez ha sentido que alguno de sus diseños no ha alcanzado la excelencia pretendida por la intervención del cliente?
Alguna vez, sí, aunque lo que impide alcanzar la excelencia habitualmente es la falta de tiempo.

¿El diseñador debe tener un estilo y aplicarlo en todos sus diseños o reinventarse cada vez?
Se dice que el diseñador no debe tener estilo, que éste vendrá determinado por el encargo ya que cada trabajo tiene una música, un sonido distinto, porque depende de elementos y circunstancias diferentes. Nunca he pretendido tener un estilo que me identifique, pero analizando mi trayectoria o la de otros colegas observo que con el tiempo se puede apreciar un particular modo de diseñar. Es lógico, en realidad el estilo es producto de nuestras preferencias, de cómo somos y de quiénes han sido nuestros referentes, pero también de nuestras limitaciones.

Foro Ecocircular (2019). Marisa Gallén

¿Qué fronteras nunca debe traspasar un diseño? ¿Qué no soporta ver?
No soporto ver anuncios «verdes» de empresas altamente contaminantes como si sus acciones y productos contribuyeran a frenar el cambio climático. Parece ser que cuanto más «marrones» son las empresas más «verde» es su publicidad. Como profesionales conscientes y comprometidos, negarnos a reverdecer lo marrón debería ser un compromiso deontológico.

¿El diseño vive contaminado por las tensiones propias de la economía de mercado?
El diseño sufre el estigma de contribuir al consumo, es así porque en un contexto capitalista, resulta muy difícil poner nuestro talento al servicio de causas no comerciales. Esto solo puede hacerse desde las instituciones o desde el activismo ya que el diseño gráfico y la publicidad pueden jugar un importante papel en la promoción de actitudes, productos y servicios asociados al bien común.

¿Qué influencias ejercen el diseño y los diseñadores en la sociedad actual?
Todos los profesionales que nos ocupamos de diseñar la forma de habitar nuestro planeta (diseño, arquitectura, urbanismo, paisajismo) como ciudadanos del siglo XXI hemos de implicarnos con los retos que afrontamos como generación y, en este momento, el mayor y más urgente de los retos es frenar el calentamiento global. Dada esta emergencia, las empresas van a necesitar a los diseñadores para hacer la transición a un modelo de economía sostenible y nuestras habilidades para la mejora de procesos encontrarán un terreno propicio.

 

«Diseñar bien sólo es posible si se dispone de un nutrido banco de datos, fruto de las experiencias… de lo vivido, de lo aprendido, de lo trabajado»

 

¿Cómo ve actualmente el diseño español? ¿Y su futuro?
Mejor que nunca, el ecosistema del diseño está maduro y tenemos muchos diseñadores con un talento increíble, solo falta más clientes convencidos de lo necesario que es el diseño para mejorar sus productos o servicios y así contribuir a mejorar la calidad de vida.

¿Qué papel juegan las asociaciones profesionales en la profesión? ¿Hacia dónde van?

Diseño para Carmelet. Marisa Gallén


Desde mis inicios profesionales he estado involucrada con el asociacionismo porque no existe una fórmula más eficaz para alcanzar objetivos comunes que la cooperación. Tal es mi convicción que pertenezco a la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana (ADCV) he sido miembro de su junta directiva durante 12 años y presidenta entre 1998 y 2001, ahora presido la asociación que ha logrado el nombramiento de Valencia WorldDesign Capital 2022. Presidir esta asociación me está dando muchas alegrías y el esfuerzo lo hago con gusto porque creo sinceramente en este proyecto, estoy convencida que puede ser la gran oportunidad para convertir a Valencia en una ciudad más sostenible, más amable y más atractiva.

¿Qué espera de ese nombramiento de Valencia como Capital Mundial del Diseño en 2022? ¿Qué aportará al país, y sobre todo, a la ciudad y a sus habitantes?
Todos los agentes involucrados en la capitalidad sabemos que el diseño es un aliado imprescindible para crear mejores espacios, mejores productos, mejores procesos y mejor rendimiento, sin embargo, también somos conscientes de que a pesar del enorme potencial del diseño, este potencial está ausente en demasiados lugares y negocios. Pero somos optimistas, en pocos meses Valencia se ha convertido en un referente como ciudad comprometida con el diseño, esta reputación se ha ganado tanto por el trabajo realizado desde los años 80 y los antecedentes históricos del diseño como por una serie de hitos que se han capitaneado desde Valencia recientemente. La capitalidad es el aglutinante que los sectores creativos de la Comunitat Valenciana necesitaban para ir juntos persiguiendo fines, y por eso sentimos que estamos en un interesante estado de madurez del diseño valenciano, que debería ir fraguando en forma de proyectos que pueden ir desde un Centro Valenciano del Diseño hasta incluir un Consejo de Diseño dentro del más alto nivel de las instituciones tanto locales como autonómicas. Si este modelo funciona podría replicarse en otros territorios del país.

Graphispag (2011). Marisa Gallén

¿Qué valor e importancia tiene la formación en un diseñador? ¿Qué consejos daría a un joven que quiere iniciarse en el mundo del diseño gráfico?
Que estudien, que se formen intelectualmente y se interesen por el mundo que les rodea. Las profesiones visuales tienen poco prestigio intelectual porque la formación no es excesivamente teórica ni científica. Sin embargo, para ser un buen profesional hay que estar bien preparado porque la intuición no es cuestión de magia. Diseñar bien sólo es posible si se dispone de un nutrido banco de datos, fruto de las experiencias… de lo vivido, de lo aprendido, de lo trabajado.

Para terminar ¿qué libro o libros le recomendaría?
Me gusta comprar librosexcelentemente diseñados, sea cual sea el tema, por placer visual y porque aprendo analizando las decisiones que tomó su diseñador. Hay muchos libros sobre diseño, estos son los últimos que he leído: «Diseñador/Ciudadano» de Milton Glaser, «Cómo ser diseñador sin perder el alma» de AdrianShaughnessy y «Pensar con imágenes» de Eric Jardí.

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