Villar y Sánchez Arminio siguen vigentes, al Barcelona le regalan los puntos
Setién, el hombre que susurraba a las vacas hace cuatro días, tenía que ganar como fuera. El Granada lanzó un tiro al poste, podía ganar el partido y el árbitro expulsó a un jugador por dos tarjetas que no eran ninguna de las dos; es una vergüenza. En el Madrid ya sabían que iba a pasar esto después del espectáculo de Monchi