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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Mourinho inyecta confianza a sus hombres

Tomás González-Martín. el

 Es hora de consolidar la moral en los jugadores ante dos días D que definirán el futuro del Real Madrid. El club se juega la temporada en las visitas al Barcelona (Copa, 26 de febrero) y al Manchester United (Champions, 5 de marzo) y el entrenador palpa el sentimiento de la plantilla después del empate frente al United. Muchas personas no conocen al técnico y escuchan cosas que no son ciertas. No se crean que está enfrentado con medio mundo y que no se habla con nadie. Nada de eso. Hay una campaña organizada para echarle desde hace mucho tiempo y se tergiversa todo para no decir nada bueno de él. El portugués dialoga con sus jugadores y les escucha, claro que sí. El que quiera pronunciarse tiene la palabra en el plantel, sea en privado o ante todos. Al luso le gustan los valientes, porque él lo les. Mourinho nunca se calló. Y le gusta el jugador que da la cara. Un ejemplo de ese valor lo demostró nada más comenzar su carrera en los banquillos. Mourinho se marchó del Benfica hace tres lustros porque después de triunfar en una etapa mínima, sacando al equipo de un desastre, pidió fichajes para continuar y hacer un buen conjunto. Se los negaron. Le dijeron que quien se creía que era, que acababa de empezar. Les respondió que era un preparador que había salvado del ocaso a club más famoso de Portugal. Le echó valor. Y se fue. Y triunfó en el Leiria y en el Oporto. El Benfica lo lamentó para siempre. Lo reconocen en Lisboa.

Por eso, al responsable del Madrid le agradan los profesionales echados para adelante, como él. Mou ha hablado con el grupo para ver cómo se sienten sus secuaces ante la responsabilidad de ganar en Inglaterra y continuar en la pelea por la Décima. Sus pupilos le han dicho que debieron vencer en el Bernabéu, que lo merecieron. Y el jefe les has contestado que jugaron con el espíritu que exige el Real Madrid para triunfar en Old Trafford, aunque a veces no se consiga, como sucedió en el Bernabéu. No se puede repetir la injusticia, les avisó con optimismo.

Les ha elogiado porque la perseverancia concede el éxito. Y les ha jaleado para que mueran en el campo y logren la victoria en Manchester. Les ha alabado para que mantengan esa fe. Para que no sufran ante el temor al fracaso. Les ha explicado que con esa entrega pueden lograrlo. Para ello es necesario que mantengan la confianza en sí mismos. Que no duden. Les ha inculcado que deben marcar al menos un gol allí, en la Albion más o menos pérfida, porque son el equipo más ofensivo de Europa al contragolpe. Y lo nomal es que sumen dos.

El mensaje, listo él, lo ha hecho extensivo a una batalla previa a la continental: la semifinal de Copa frente al Barcelona una semana antes, el 26 de febrero. Les ha hecho reflexionar que la situación es la misma. Deben anotar un mínimo de un gol en Barcelona para ser finalistas. Deben alimentar esa fe propia en su calidad. Es la manera de triunfar.

Ha quitado dificultad a los dos retos. Hay que acertar ante la portería tanto en el Camp Nou como en Old Trafford. Tienen remate para ello. Hay potencial. En las últimas visitas a los azulgranas han cosechado dos tantos por partido: 1-2 y 2-2 en Liga, más el 3-2 de la Supercopa. En las últimas actuaciones en Manchester perdieron por 4-3 (habían ganado 3-1 en España) y vencieron por 2-3 tras un empate sin goles en Madrid. En ambos casos se clasificaron. No hay dos sin tres.

Real Madrid
Tomás González-Martín. el

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