* Iniciamos desde Londres y Watford una serie sobre la Cumbre de la OTAN de Londres (3-4 diciembre)
La OTAN dará comienzo este martes (19h. peninsular española) a la Cumbre de Londres con una cena-recepción, organizada por la Reina Isabel II en el 70 aniversario de la Alianza Atlántica, que se prevé tensa: Macron y su «muerte cerebral de la OTAN»; Erdogan con la compra y reciente prueba del sistema de defensa antimisiles ruso S-400; Reino Unido en plena campaña electoral y con el «Brexit» aún sin resolver; Trump que amenaza con señalar a aquellos países que no cumplen con el compromiso del 2% del PIB en Defensa (España entre ellos con el 0,92%)… y España, con un presidente en funciones que busca aliados para formar Gobierno estable.
A buen seguro, Pedro Sánchez será interpelado durante la cena con los jefes de Gobierno o de Estado en el Palacio de Buckingham y mañana en la reunión del Hotel Grove (Watford, afueras de Londres) sobre las posibilidades de que fructifique el Gobierno de coalición con Podemos, formación donde se halla el Partido Comunista y, no olvidemos, cuyo líder, Pablo Iglesias, se ha manifestado en contra de la Alianza Atlántica.
Una pregunta se hacían esta semana en Madrid algunos representantes diplomáticos de países miembros de la Alianza Atlántica: ¿puede afectar a la OTAN la presencia en el Gobierno español de un partido de extrema izquierda?
Hay que recordar que en sus inicios políticos, en 2015, Pablo Iglesias se vanagloriaba de querer sacar a España de la OTAN: «Yo soy patriota y no me gusta que haya militares de otros países en territorio nacional. No me gusta que la OTAN esté en nuestro país, creo que nos pone en riesgo» o «la OTAN es el pasado, queremos un sistema que la deje atrás».
Desde la Alianza prefieren esperar antes de emitir valoración alguna. Eso sí, recuedan «que los países miembros se han comprometido a incrementar su gasto en defensa y España es un aliado fiable».
Precisamente el mejor aval con el que Pedro Sánchez se presentará a la Cumbre de Londres es el despliegue de unos 1.100 soldados a lo largo del año (de modo regular o rotatorio) en misiones de la OTAN, significativo cualitativamente durante estos últimos años y con seis principales:
– Letonia (Presencia Avanzada Reforzada): desde junio de 2017 el Ejército de Tierra despliega 6 carros de combate Leopardo, 14 vehículos de combate de infantería Pizarro y otros 60 vehículos. Actualmente el contingente español está formado por 350 soldados. Iniciado el despliegue, el primero de carros de combate en el exterior, durante el Gobierno de Rajoy.
– Turquía («Active Fence»): con una batería de misiles Patriot desplegada en la base de Incirlik, cerca de la ciudad turca de Adana. Proporciona defensa antimisiles y emplea a 149 efectivos españoles. Iniciado durante el Gobierno de Rajoy.
– Afganistán («Resolute Support): heredera de las históricas misiones de la OTAN de 2002, España despliega ahora 60 efectivos en Kabul especializados en asesorar en «operaciones especiales». Ha pasado por diferentes fases desde su inicio con Aznar.
– Agrupaciones navales en el Mediterráneo (SNMG-2 y SNMCMG-2): actualmente la Armada Española despliega dos buques (el logístico Patiño y el cazaminas Sella). En total, 434 marinos.
– Irak («Nato Mission Irak»): con 45 efectivos para asesorar a las autoridades iraquíes en la formación de sus fuerzas de seguridad y fuerzas armadas. No confundir esta misión con la otra, paralela, de tropas españolas en la coalición internacional que lidera EE.UU. Iniciado con el Gobierno de Rajoy en 2014 tras la amenaza de Daesh.
-Policía Aérea del Báltico: tras un primer despliegue en 2006 y ya desde 2015 de forma regular, España participa durante cuatro meses en esta misión de la Alianza Atlántica para dar apoyo a Estonia, Letonia y Lituania en la vigilancia de su espacio aéreo, objeto de escarceos y creciente entrada de aviones rusos. Unos 130 militares del Ejército del Aire. Es por tanto, una misión que se retomó también durante el Gobierno de Rajoy.
Según nos confirman fuentes militares, está previsto en 2020 el Ejército del Aire también despliegue aviones de combate en los países bálticos (está por decidir si F-18 o Eurofighter) para proteger el espacio aéreo de incursiones de aviones rusos. El despliegue de mayo a agosto será en Lituania (Siauliai).
Por tanto, observamos una «arquitectura» de despliegue militar español con bandera de la OTAN sólido tanto cuantitativa como cualitativamente (carros, aviones de combate, misiles, adiestradores…). ¿Se mantendría esta filosofía con un Gobierno de PSOE y Podemos? Veremos una vez Sánchez consiga la investidura.
Pero hay que subrayar que precisamente esas misiones, junto a la base de Rota que alberga a cuatro destructores de EE.UU., han sido argumentos esgrimidos para contrarrestar la crítica a la que siempre se expone España cuando el resto de países aliados examinan su gasto en defensa en relación al PIB (0,92%, en el último informe).
Más allá de las vicisitudes políticas, estas misiones se renueven cada año en el Consejo de Ministros último del año. Desde el Estado Mayor de la Defensa nos informan que, al menos, durante los primeros seis meses de 2020 se continuará con el mismo despliegue y no hay cambio alguno notificado. Algo lógico dada la situación en La Moncloa.
Como subraya a ABC el jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general Fernando Alejandre: «Las operaciones en las que participa España, tanto de defensa del territorio aliado como de la lucha contra el terrorismo, ponen de manifiesto que somos un aliado fiable y comprometido con la OTAN».
Preguntado sobre el devenir de esta Alianza militar que cumple este año su 70º aniversario, el Jemad no duda en afirmar que «la OTAN sigue siendo la organización indispensable y más importante para la seguridad y defensa de Europa».
Ahora resta por conocer el parecer del presidente en funciones, Pedro Sánchez, quien al menos tras la Cumbre de mañana debería permitir a los periodistas que le preguntásemos por estas cuestiones de Defensa.
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