La ‘medalla de campaña’, en el limbo de Defensa cuatro años y medio después

Sin ‘medalla de campaña’. Así están aún las Fuerzas Armadas cuyos integrantes, que tengan los méritos pertinentes, siguen sin recibir tal reconocimiento por haber participado en ciertas misiones que se quedaron en el ‘limbo’ de las recompensas.

La historia es singular, pues fue el 25 de mayo de 2018 cuando, por Real Decreto, el anterior equipo de la ministra María Dolores de Cospedal aprobó la concesión de tal ‘medalla de campaña’ (RD 336/2018).

Cubría así un vacío existente en aquellas misiones que carecen de una condecoración de reconocimiento. Es el caso, por ejemplo, de la misión contra el Daesh en Irak, donde España participa desde hace siete años y medio en una coalición de sesenta países liderada por EE.UU, pero también la del Kurdistán de 1991, la de Irak de 2003-2004 o muchas otras donde ha estado involucrada la Armada Española o la Sanidad Militar, por ejemplo.

En estos momentos los militares que acuden a misiones amparadas por los organismos internacionales reciben la medalla correspondiente antes de regresar a España. Se considera un reconocimiento por su labor en la misión. En los casos históricos como el de Irak, hay algunos militares que regresaron con una «medalla de mérito» pero dada por otros países. «No todos la reciben y, lo principal, no corresponde al reconocimiento oficial de tu país», señala una fuente militar.

Publicado en el BOE del 12 de junio de 2018, el real decreto de creación de la nueva «medalla de campaña» establece, en la disposición final segunda que «faculta al Ministro de Defensa para que adopte las medidas necesarias que requiera la ejecución de este real decreto y, en particular, para determinar las normas sobre la medalla de campaña». Y corresponde al jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad) determinar qué operaciones militares y campañas en el exterior así como el área geográfica que se definirá como zona de operaciones a efectos de su concesión.

Obstáculo normativo

Así, cuatro años y medios después, Defensa ha desarrollado unas normas para su concesión pero éstas han servido de obstáculo para su ágil concesión.

“Es una condecoración que aborrecen en Defensa por el nombre y porque la creó María Dolores de Cospedal”, apunta una fuente militar que explica cómo desde el Ministerio de Defensa se ha encargado al Estado Mayor de la Defensa una ímproba labor de recopilación “con el objetivo de realizar unos listados enormes con todas las operaciones desde hace 20 ó 30 años y de todos aquellos que no han sido condecorados para que se haga constar”.

“Es una forma de retrasar el asunto. Lo lógico sería que los posibles peticionarios con los requisitos del decreto se hubieran dirigido al Estado Mayor de la Defensa para exponer su caso”, indica la misma fuente.

La petición de esta medalla fue impulsada en 2015 por el coronel de la Legión Julio Salom Herrera, primer jefe del contingente español desplegado en la misión de adiestramiento de las tropas iraquíes contra el Daesh. Salom es ahora general del Mando de Canarias del Ejército de Tierra.

Por contra, destacan las mismas fuentes, la medalla de la Operación Balmis de lucha contra el Covid se creó, concedió y repartió.

Sígueme en Twitter: @villarejo