Consejos de administración

Leo esta semana que por primera vez en España todas las compañías del IBEX (las 35 empresas con más liquidez que cotizan en el Sistema de Interconexión Bursátil Electrónico en las bolsas de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia) ya incluyen en sus consejos de administración a alguna mujer.

Técnicas Reunidas era la única de estas 35 empresas de bandera que no tenía ningún nombre femenino en su principal órgano de gobierno, hasta que el pasado mes de febrero decidió incorporar a Petra Mateos-Aparicio, acompañando en la labor de dirección a otros once compañeros varones. Supone un magro 8% de representación femenina, y no se quedan solos: diez de las treinta y cinco empresas tienen a una única representante mujer en el Consejo.

Esta puede parecer una noticia sin importancia, pero es un hito más que aprovecho para señalar. Las mujeres ocupan solamente el 10% de los puestos directivos en el tejido empresarial español, porcentaje muy bajo teniendo en cuenta que en nuestro país abarcamos el 45% del mercado laboral y realizamos estudios universitarios superiores en una proporción del 57% respecto a los hombres (datos del ministerio de educación sobre egresados universitarios el curso pasado por género)

Coincide la noticia este fin de semana con una cena entre amigos, en la que uno de ellos sostiene con vehemencia que la mayor parte de las mujeres trabajamos con miedo, lo que nos provoca sentido de culpabilidad y limita nuestra capacidad de progresar en la empresa.

Tanto su mujer como yo negamos con vehemencia que tengamos miedo a ser despedidas, una situación que ninguna de las dos hemos sufrido durante nuestra vida laboral y que no se nos pasa por la cabeza. -No me refiero al despido- argumenta su tesis -sufrís miedo al castigo de papá y mamá, a romper algo, a no hacer las cosas como es debido, al fracaso-.

Quizá es cierto este miedo en un mundo empresarial en cuyo diseño y construcción no hemos participado y al que nos han invitado hace tan solo dos generaciones. O quizá tiene que ver la menor ambición que algunos estudiosos del asunto mencionan. Pero la causa de que las mujeres sólo ocupen hoy en nuestro país el 10% de los cargos directivos no es únicamente responsabilidad de los hombres. Nos toca superar los miedos y dar un paso firme adelante. Este puede ser el momento.