Empieza mi hija primer curso de Ingeniería del Software en la Universidad de Sevilla y se lamenta de que en una clase de 50 alumnos haya solamente cuatro chicas. Tristemente, mientras los trabajos que requieren capacitaciones STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) crecen de forma constante en el mercado laboral, siguen sin atraer un número representativo de mujeres, cuya proporción parece en cambio ir decreciendo.
Como causa principal de esta escasez, algunos expertos señalan la ausencia de modelos femeninos en profesiones tecnológicas. Por eso aplaudo la aparición de la nueva Barbie ingeniero de robótica, toda sencilla con un ordenador portátil y un pequeño robot plateado, para mostrar que se puede ser un cerebro de la inteligencia artificial sin renunciar a un físico atractivo.
Esta iniciativa puede parecer solo un grano de arena entre las más de 200 profesiones que Mattel ha presentado a lo largo de sus XX años de Barbie, que por supuesto, incluyen princesas, bailarinas, sirenas y modelos glamurosas, pero bajo el lema “you can be anything” (puedes ser lo que quieras), también médicos, astronautas, militares, agricultoras o trabajadoras de la construcción.
Debo decir que no soy objetiva: adoro la muñeca barbie desde que era muy muy pequeña, cuando aun no se comercializaba en España y mi padre me regalaba una “esquelética” (así las llamábamos) a la vuelta de sus viajes de trabajo en el extranjero. Y con esta muñeca aprendí a ver igualmente atractivas a las diferentes razas, que entonces no se prodigaban en el mercado local.
Lo mejor: Mattel acompaña el lanzamiento de la Barbie ingeniero de robótica con su asociación con tynker, una plataforma basada en juegos que enseña a los más pequeños nociones de programación informática y les inspira para explorar diferentes oportunidades profesionales, muy recomendable para que las niñas dejen de lado el whatsapp y se diviertan de una forma más productiva.
Porque nosotros, desde el entorno familiar, la escuela, los medios de comunicación ¿estamos animando seriamente a nuestras hijas a ejercer las carreras del futuro?
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