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Sobre plásticos y coches eléctricos

Sobre plásticos y coches eléctricos
Maria C. Orellana el

 

Como vengo haciendo desde hace un par de años en muchos comercios, me quejo hoy en El Corte Inglés porque la dependienta no me da más opción para acarrear mis compras que las enormes bolsas de plástico, bandera de la cadena de retail desde siempre (y además sin ni siquiera cobrarlas ¿pero esto no está ahora obligado por ley?)

Para molestarme, el señor que espera su turno a mi espalda afirma bien alto y con sorna que él va a comprar poco, pero va a llevarse todas las bolsas de plástico que pueda. Apilo los paquetes en equilibrio entre mis manos y hago como que no le he oído, no quiero entrar al trapo de un hombre que se pavonea de su falta de sensibilidad y cultura. La batalla contra el plástico y materiales no biodegradables que inunda las grandes y pequeñas superficies comerciales, conteniendo filetes y lechugas, utensilios, prendas y productos de toda índole parece perdida, pero un día más yo hago  mi pequeña cruzada y perdiendo paquetes por el camino, subo a atención al cliente a poner una larguísima nota en el buzón de sugerencias de centro.

Sucede esto el mismo día en que nuestro Sánchez afirma en uno de sus alardes de “It-president” que en el año 40 se prohibirá la venta de coches de gasolina y diésel. Note el lector que los vehículos eléctricos no consumen hoy la energía limpia que muchos creen, solamente trasladan la contaminación fuera de la ciudad, a las centrales de carbón, gas o nucleares que en gran parte la generan. Porque la energía, salvo en pequeñas pilas o contaminantes baterías como las que llevan estos coches, no se almacena: la solar solo se produce cuando luce el sol y la eólica cuando sopla el viento.

¿Ha analizado el gobierno con los ingenieros y economistas expertos cuál será el mix energético en 20 años y la ruta para alcanzarlo? Lo dudo. Es otro anuncio-instagram que lanza con desparpajo nuestro presi (“hay que ser valientes”) mientras, en su larga campaña electoral, moviliza contaminantísimos helicópteros, falcons y airbuses para desplazarse a París o a Valladolid. Oiga, que también está el tren ¿podemos dar un poquito de ejemplo, por favor?

Anuncios o no, si ahora me comprara un coche, yo lo elegiría eléctrico aun sabiendo que usa energía procedente de fuentes contaminantes, que cuesta más caro, que montaré un cisco en la comunidad de vecinos para instalar una toma en el garaje y que deberé planificar con mucho más cuidado mis desplazamientos porque no hay puntos de carga rápida en la mayoría de gasolineras. Pero sería una forma de dar un pasito hacia adelante. Igual que protestar en todas las tiendas en las que no tienen papel. Porque los pasitos de mucha gente hacen avanzar, aunque sea muy lento, a las sociedades.

 

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