Los destinos turísticos de primer orden necesitan líneas aéreas a su altura. Estambul lo es, y su compañía de bandera Turkish Airlines. Volar de Madrid a Estambul solo lleva 4 horas, pero para que todo salga como está previsto se suceden muchas cosas entre bastidores que los pasajeros no vemos.
La Mezquita Azul desde las cúpulas de Santa Sofía. (Foto: P. Arcos).
Estambul, la capital de Turquía, asombra la primera vez que se visita y fascina todas las demás, nunca defrauda. Cuantas más veces se va, más facetas se descubren de esta joya que une Oriente y Occidente. Es la única población asentada entre dos continentes (Europa y Asia) separados por el estrecho del Bósforo, eterna dualidad de una ciudad eterna. Constante ambivalencia de la más oriental de las ciudades occidentales… y viceversa.
Cada año lo visitan unos 200.000 españoles que quedan maravillados con Santa Sofía, la Mezquita Azul, el Palacio de Topkapi, la Torre Gálata, el Gran Bazar…
Boeing 737-800 que cubre la ruta Estambul-Madrid. (Foto: P. Arcos).
Muchos de sus visitantes llegan en aviones de la Turkish Airlines, aerolínea que continúa consolidando su posición en España. Desde el 25 de mayo de 2015 ha pasado de ofrecer 66 a 73 vuelos por semana desde las seis ciudades en las que opera: Madrid, Barcelona, Málaga, Valencia, Bilbao y Santiago de Compostela. En 2014 Turkish Airlines transportó en España a 875.000 pasajeros y en 2015 se calcula que podría llegar por primera vez al millón de pasajeros, lo que supondría un crecimiento del 14% con respecto al año anterior.
Centro de Comando Central del Aeropuerto Atatürk. (Foto: P. Arcos).
La primera impresión de la ciudad es la del moderno aeropuerto Atatürk (2001). No lo vemos, pero antes de llegar a la cinta de recogida de equipajes, nuestras maletas han pasado por parte de un sistema de transporte de 13 kilómetros. Y lo más sorprendente es que de los más de 56 millones de viajeros que pasaron en 2014, solo se perdieron 300 maletas.
En el Triple C Redux (Centro de Comando Central) del Aeropuerto Internacional de Atatürk, se encuentran las instalaciones que controlan que todo lo que se mueve en el aeropuerto (a excepción de los aviones, que son dirigidos por la Torre de Control) funcione correctamente. Desde los equipajes, a las comidas que se servirán a bordo, o el desplazamiento de pasajeros a las puertas de embarque. Es, por así decirlo, un centro de control terrestre interno de vital importancia para asegurar que todo está funcionando.
Prácticas de evacuación en la Turkish Aviation Academy.
Para que un vuelo salga bien, la preparación adecuada del personal es indispensable. Cada Año la Turkish Aviation Academy forma a unos 150 pilotos.
El Centro de Entrenamiento de Vuelo, situado en el aeropuerto, es uno de los mayores centros de preparación aeronáutica y en él Turkish Airlines entrena a sus trabajadores. Para ello utiliza 6 simuladores completos de vuelo (A320, B737-800, B777 y A330-340). Dispone también de otros simuladores de fuselajes con rampas de evacuación que se utilizan para la formación de la tripulación de cabina.
Aula de auxiliares de vuelo.
En la Academia de Aviación de Turkish, que imparte cursos de capacitación desde hace treinta años, se han formado unos 30.000 auxiliares de vuelo. Se encuentra en la zona B del aeropuerto de Atatürk ocupando un área de 5.800 m², con 22 aulas y una sala de conferencias, en donde pueden estudiar 800 personas a la vez.
Hay tres aulas que reproducen fielmente cabinas de un Boeing 777, un Airbus A340 y un Boeing 737, en las que se imparten clases de Skychef. Aquí, con equipo real, los estudiantes aprenden todos los servicios que luego llevarán a cabo en vuelos reales, desde la forma de dirigirse a los pasajeros, a la manera de servir las comidas.
Cocinas de DO & CO preparando el catering de a bordo. (Foto: P. Arcos).
Desde 2007, la empresa austriaca DO & CO se encarga del catering en nueve aeropuertos de toda Turquía: dos en Estambul (Atatürk y Sabiha Gökçen), y uno en Ankara, Antalya, Esmirna, Bodrum, Trabzon, Dalaman y Adana. Desde allí proporciona toda la comida y bebida que se consume a bordo de 60 líneas aéreas nacionales e internacionales, entre ellas Turkish Airlines.
La Turkish Do & Co de Estambul emplea a 2.500 trabajadores de servicios de alimentos, que preparan 150.000 comidas diarias para abastecer a unos 800 vuelos. La mayoría de estas comidas, aproximadamente el 70%, van a parar a aviones de la Turkish, mientras que el 30% restante es para otras compañías.
Las últimas encuestas dicen que el nivel general de satisfacción de los pasajeros con el catering de Do & Co ha aumentado del 49% al 98%.
A ello ha contribuido en gran medida la creación del “Flying Chef” (Chef Volador), un cocinero que durante el vuelo, no sólo garantizará que todas las comidas se sirvan en perfectas condiciones, sino que supervisa en tierra el proceso de elaboración de los alimentos.
Prácticas de actuaciones contra incendios.
Nada queda a la improvisación. Además de los seis simuladores de vuelo completos, los alumnos de la tripulación de cabina disponen de escenarios idénticos a los reales en los que practican procedimientos de aterrizaje, utilización de los dispositivos de oxígeno de emergencia y chalecos salvavidas, incapacitación súbita del piloto, periodos prolongados de turbulencias, así como todo tipo de incidencias con fuego.
Hangar del Centro de Entrenamientos de Vuelo de Turkish Airlines.
El Centro de Entrenamientos de Vuelo de Turkish Airlines, situado también en el aeropuerto de Atatürk, ocupa una superficie de más de 15.600 m² y ofrece capacitación de primer orden a la tripulación de cabina. La mayoría de los alumnos pertenecen a la Turkish Airlines, pero también hay de numerosas compañías aéreas regionales e internacionales, como Aegean Airlines, Uzbekistan Airways, y Pegasus Airlines.
La flota de la academia está compuesta por 14 aviones y avionetas de entrenamiento Cessna, Diamond y Mustang.
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