En 2018, 140.000 españoles viajaron a China. Llegó la Covid en 2019 y el número descendió drásticamente. Hoy la situación ha cambiado y el intercambio turístico entre España y China tiende a normalizarse e incluso a superar cifras anteriores a la pandemia.
Con este panorama alentador de fondo, el Departamento de Cultura y Turismo de Jiangsu y el Centro de Promoción del Turismo de Jiangsu en España (que funciona en Madrid desde 2018) han presentado a la prensa especializada las novedades de esta provincia china en el restaurante Kokochin de Madrid.
Más de 40 invitados escucharon las intervenciones de Jiang Yingjun, representante de la Oficina de Visados de China en Madrid; Li Xinze, director de ventas de Hainan Airlines; Enrique Sancho, director general de la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo; e Ignacio Saavedra Inaraja, profesor de Comunicación Corporativa en la Universidad CEU San Pablo, entre otros invitados.
Con una superficie similar a la suma de Cantabria y Castilla-León, Jiangsu se considera una “pequeña” provincia de China aunque tiene 80 millones de habitantes y el mayor número de ciudades culturales del país. Destaca la ciudad de Suzhou, a 40 minutos de Shanghái en tren de alta velocidad. Dice un proverbio que en el Cielo está el Paraíso y en la Tierra, Suzhou y Hangzhou. Y puede que tenga razón. Apodada por los poco imaginativos como “La Venecia de China”, es una urbe atravesada por el Gran Canal y moteada por preciosos y recoletos jardines, entre los que sobresale el Jardín del Administrador Humilde y el Ou Yuan (Jardín Doble).
El Gran Canal de China es el cauce artificial más largo y antiguo del mundo ya que tiene 1.794 km. y empezó a construirse en el siglo V aC. En un principio su utilidad era exclusivamente la de abastecer de agua a las ciudades de secano del norte, pero con el tiempo se convirtió en una vía de comunicación de primer orden por la que han circulado mercancías y tributos. Es sin duda uno de los grandes proyectos arquitectónicos de la antigua China, sólo comparable a la Gran Muralla. En 2014, fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Nanjing es la capital de la provincia. Se encuentra a orillas del río Yangtsé y de su importancia habla que también es conocida como la “Capital de la Educación, la Ciencia, la Cultura, el Arte y el Turismo”.
Otra ciudad, Wuxi, ha sido un próspero centro comercial desde la antigüedad. Uno de los lugares más interesante se encuentra en sus inmediaciones, a 25 km. Se trata de la montaña sagrada de Ling Shan (literalmente Montaña Espiritual). Allí se encuentra una gigantesca estatua de Buda de pie de 88 metros de altura, 42 más que la Estatua de la Libertad de Nueva York. Para llegar a ella hay que subir 216 escalones desde el enorme templo de Brahma, una especie de Vaticano del budismo.
Muy cerca está el Lago Shouxi (Estrecho Lago del Oeste), un remanso de paz de 4 km. de longitud y jardines típicos de la dinastía Qing (1644-1912). Es muy interesante andar por sus riberas, navegar en las barcas ad hoc y pasar por el Puente de los Cinco Pabellones, símbolo de la ciudad de Yangzhou y de todo Jiangsu.
Otro de los atractivos de esta provincia es la seda, un invento netamente chino que durante siglos fue el secreto mejor guardado del país. Durante las dinastías Tang (618-907) y Song (960-1279), Suzhou fue el mayor centro de producción de seda en China. Hoy podemos seguir su historia y evolución en el Museo de la Seda.
Y una gran sorpresa que pocos españoles conocen es que en China hay jamón serrano en varios lugares. El de Xuanwei puede que sea el más conocido en el país, pero no el único. También se producen perniles curados de cerdos negros en Jinhua, provincia de Zhejiang, y en Rugao (Jiangsu). Este último es el más joven y el de menor producción, pero seguramente el más sabroso. En el “Compendio de Medicinas” de la dinastía Tang, fechado entre los años 713 y 742 (¡hace más de 1.300 años!), ya se cita el jamón y hoy se puede encontrar en muchos mercados.
La presentación en Madrid se completó con la proyección de algunos vídeos promocionales; la demostración- degustación de té verde; una demostración culinaria a cargo del chef del restaurante, presentada por Julia Zhou, directora general del Grupo Mandarín Gestión; y un almuerzo típicamente de Jiangzu, “tierra de pescado y arroz”.
No hubo jamón, pero si los xia long bao típicos de Wuxi, unas empanadillas parecidas a los jiaozi, cuya versión japonesa se ha popularizado en todo el mundo con el nombre de gyoza.
Vídeo de Jiangsu