ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Orientaciones por F. Pastrano

Las infinitas murallas chinas

Aunque habitualmente hablemos de la Gran Muralla China en singular, en realidad es un conjunto de diferentes murallas independientes construidas en diferentes épocas a lo largo de 2.500 años

Las infinitas murallas chinas
Fragmento de un mapa antiguo de la Gran Muralla
F. Pastrano el

Si hay un símbolo del orgullo nacional del pueblo chino, más allá de ideologías y avatares políticos, es la Gran Muralla. Se trata de una de las mayores construcciones del ser humano y representa la grandeza y autoestima de toda una nación.
Incluida en 1987 en la lista del Patrimonio Cultural Mundial de la Unesco, siempre se ha hablado de ella en singular como si se tratase de una sola obra, cuando en realidad es un conjunto de diferentes murallas independientes construidas y reconstruidas una y otra vez en el norte de China en diferentes épocas (unos 2.500 años), muchas de ellas sin conexión entre sí, a lo largo de más de 21.000 km.

La Gran Muralla en la zona de Badaling, la más popular. Foto: Pilar Arcos

Para empezar, el conjunto de esta muralla no es “grande” si no “largo”. En chino se denomina Wan Li Chang Cheng [萬里長城]. “Wan” significa “Diez mil”; “Li” es una medida de longitud equivalente a unos 500 metros; “Chang” significa “Larga”; y “Cheng”, “Muralla”. Así que la traducción más cercana al original es la de “Larga Muralla de Diez Mil Lis”, es decir, 5.000 km. El error lingüístico parte de las primeras versiones en lengua inglesa (Great Wall) y desde entonces ha quedado acuñado en todos los idiomas occidentales el término de “Gran Muralla”, aunque recientemente haya habido algunos intentos, sin éxito, de recuperar el vocablo “Larga”.

Un turista fotografía la Gran Muralla en el tramo de Juyong. Foto: Pilar Arcos

Durante mucho tiempo se creyó que tenía unos 8.000 km. de longitud. Estudiada con minuciosidad en los últimos años con la tecnología más moderna, en 2012 la Administración Estatal del Patrimonio Cultural de China llegó a la conclusión de que la suma de las pequeñas murallas conocidas daban como resultado (por ahora) que la Gran Muralla China mide 21.196,18 km. ¿En qué quedamos? ¿Por qué tanta diferencia entre los 5.000 km. tradicionales y los más de 21.000 actuales? La respuesta hay que buscarla en el carácter wan [萬] que además de “diez mil” significa “muchísimo”, “un gran número”. Desde siempre, en China se ha utilizado “wan” para designar algo prácticamente innumerable, infinito. Por ejemplo, se llaman Monasterios de los Mil Budas (Wan Fo Si 萬佛寺) a los templos con gran cantidad de figuras de Buda, no necesariamente mil.
Otro ejemplo, una de las novelas más famosas de Lin Yutang, escritor siglo XIX, se titula “El Pabellón de las Diez Mil Flores” (Wan Hua Lou 萬花樓). Aquí otra vez “Wan” indica “gran cantidad” y no exactamente “Diez Mil”. La Gran Muralla sería así “La Muralla con un Gran Número de Lis”, simplificando “La Larguísima Muralla”.

Los turistas abarrotan la Gran Muralla. Foto: Pilar Arcos

La llamemos como la llamemos, es la mayor edificación militar de la Historia, empezada a construir en tiempos del legendario emperador Qin Shi Huang (siglo III AC), el de la tumba de los guerreros de terracota. Coincidencia o imitación, a Qin Shi Huang le siguieron muchos señores feudales que decidieron construir su propio muro para defenderse de otros caudillos militares, de los bárbaros del norte, o simplemente para controlar el paso de mercancías y el correspondiente cobro aduanero. Así hasta la dinastía Ming (1368-1644 DC) época a la que pertenece la mayoría de los fragmentos más o menos largos de la muralla que podemos ver hoy.

“Ju Yong”, la inscripción de la roca, es el nombre de este tramo de la Gran Muralla. Foto: Pilar Arcos

Curiosamente, el viajero veneciano Marco Polo (1254-1324), que vivió 17 años en China integrado en el cuerpo diplomático del Kublai Kan, nieto del Gengis Kan, tuvo que atravesar varias veces la Gran Muralla, pero nunca la mencionó. Hace 40 años (1983) publiqué un artículo en el ABC, titulado “La ceguera de Marco Polo” en el que ahondaba en estos asuntos.
Otra curiosidad es la creencia mantenida durante mucho tiempo de que se trataba de la única construcción humana que se podía ver a simple vista desde el espacio. Desde la antigüedad se creía esto hasta que los astronautas lo negaron. Yang Liwei, el primer taikonauta (de “taikong” 太空, espacio exterior en chino) que orbitó la Tierra en 2003 aseguró que no fue capaz de verla. Leroy Chiao, astronauta norteamericano de origen chino, pudo hacerlo en 2005 desde la Estación Espacial Internacional, eso sí a través del objetivo de su cámara fotográfica.

 

El pueblo de Gubei, y el tramo de la Gran Muralla conocido como Simatai. Foto: Pilar Arcos

Aunque es muy larga, la Gran Muralla solo tiene una anchura que varía entre los 8 metros en alguna de sus bases y 6 en la parte superior por donde puede circular con holgura un carro o una formación de soldados. La altura nunca sobrepasa los 15 metros.
El extremo oriental se encuentra en Shanhaiguan (a 300 km. de Pekín), donde parece emerger del Mar Amarillo, y su punto más occidental está en Jiayuguan (1.500 km. al oeste de Pekín). En línea recta, ambos puntos están separados por solo 2.236 km, pero la Gran Muralla es como un largo dragón serpenteante, sinuoso.
Se calcula que en sus construcción intervinieron más de un millón de obreros de los que murieron muchos miles en accidentes laborales. Para erigir la muralla se emplearon millones de metros cúbicos de ladrillos, piedras y arena en muchos casos mezclados con pasta de arroz glutinoso, lo que le confirió una extraordinaria dureza y durabilidad.

Asia

Tags

F. Pastrano el

Entradas más recientes