En 2017, la Capital del Turismo Rural fue Sigüenza (Guadalajara), era el primer año que se celebraba el certamen. En 2018 ganó Aínsa-Sobrarve (Huesca); en 2019, Santillana del Mar (Cantabria); en 2020, Potes (Cantabria); y en 2021 Olvera (Cádiz).
La promotora es Escapada Rural, una plataforma especializada en alojamientos rurales, y la elección se realiza por votación popular. Este año se presentaron 248 pueblos, un 20% más que el año pasado. Los requisitos mínimos es que la localidad tenga menos de 10.000 habitantes, que sus dirigentes apoyen activamente un turismo rural de calidad y sostenible, y no haber participado en ediciones anteriores.
Olvera ha obtenido 21.794 votos de un total de 120.781 votantes (18%), cifra que supera con creces a las de ediciones anteriores.
A la gala de entrega de premios, realizada en un auténtico marco incomparable como es la Plaza de la Iglesia de Olvera, asistieron alcaldes y representantes de los otros 9 pueblos finalistas: Aya (Guipúzcoa), Chelva (Valencia), Cuacos de Yuste (Cáceres), Daroca (Zaragoza), La Baronia de Rialb (Lérida), Ortigueira (La Coruña), Sepúlveda (Segovia), Taramundi (Asturias) y Yeste (Albacete).
De la mano de Olivia Fontela, directora de marketing de EscapadaRural.com. todos ellos recibieron las placas acreditativas de su participación, mientras que Francisco Párraga, alcalde de Olvera, la de ganador.
Invitado especial fue Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, quien destacó que “el turismo rural está creciendo exponencialmente. Este verano las cifras se han situado por encima del 70% y ahora, que empieza la temporada alta en las zonas de interior, se esperan resultados parecidos a 2019”.
La gala, bajo el lema “Somos Capital”, fue presentada por Nany Gaitán y Alejandro Aguilar y contó con las actuaciones del trío cordobés de cuerdas “Nher” (violín, viola y violonchelo) y el grupo flamenco “De la Raíz a la Fiesta”.
Situada en el noreste de la Serranía Gaditana, a 45 km. de Jerez y 74 km. de Antequera, Olvera está considerada como la puerta de la Ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz. Se alza entre olivares en un promontorio coronado por un castillo roquero del siglo XII y la iglesia neoclásica de Nuestra Señora de la Encarnación, del siglo XVIII, que por su empaque más que una parroquia parece una catedral.
Blanca de cal y sal, verde de olivas y esperanza, los colores más andaluces, tiene su casco antiguo a los pies del castillo. Es la medina árabe, o Barrio de la Villa, de casas enjalbegadas que forman callejuelas retorcidas todas en cuesta, a cual más sugerente.
Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1983, Olvera tiene otra curiosa particularidad, su cementerio, al que se accede por una puerta vecina a la del castillo, y que fue elegido Mejor Cementerio de España en 2019.