Jesús García Calero el 04 nov, 2017 Odiosas, instructivas comparaciones. Todos llevamos dentro un comparatista por lo menos. Pero conviene ilustrarse. Estaba ojeando estos días la “Continuación de ideas diversas” (Jus Libreros y Editores), donde confiesa Cesar Aira su muy temprana tendencia highbrow a rendirse a Kafka, Borges y todos aquellos autores que se esforzaban en la construcción de una vida/obra perdurable y que por ello nunca se apeaban “del monumental camello de lo sublime”. Al lado de esa metáfora surreal e inclemente, confiesa que envidiaba también el discreto anonimato tras el que Marcial Lafuente Estefanía se desentendía de la presión de la obra, de la crítica, y vivía sencillamente y producía. La comparativa está en el ADN hispánico. Aunque los comisarios de la Documenta lamenten profundamente que la gira flamenca (no valona) del expresidente Puigdemont no pueda calificarse de happening artístico por faltarle la intención estética y porque acabará formando seguramente una pieza judicial separada, resulta mucho más surrealista pensar en todas las piezas separadas de la momia de Dalí que aún no han sido reintegradas (¿a qué esperan, si ya podemos sentir la enorme inutilidad de aquella cruenta toma de muestras para probar una mentira?). Habría estado bien celebrar con Dalí entero el Día de Difuntos en lugar de este Halloween horripilante. Cada comparación tiene su penitencia. Incluso la internalización de los conflictos (no es por insistir) recibe un eco sorpresivo. El mismo día en el que nuestro exiliado posmoderno trataba de recalificar a la baja el prestigio de la Marca España, la Unesco renovaba su fe en lo nuestro y ha decidido celebrar el séptimo centenario –ahí es nada– del Archivo de la Corona de Aragón. Es archivo nacional, claro, de los que más nos traman. Reunidos en el Thyssen los ministros de Cultura que fueron y son, comentaron el acierto de haber añadido ese “Nacional” al Museo para que no se comparen colecciones. En los museos, hasta los contratos de los directores merecen sus comparaciones. Todo sea por la Historia del Arte. CulturaOtros temas Comentarios Jesús García Calero el 04 nov, 2017