José Manuel Otero Lastres el 29 ago, 2019 Si contemplamos el panorama político actual y lo comparamos con el de hace unos años, se comprueba no sólo que ha cambiado, sino también que el cambio ha traído ciertos reajustes ideológicos en algunas formaciones políticas. Dos han sido, a mi modo de ver, los cambios más relevantes. El primero es la sustitución del bipartidismo por el cuatripartidismo. Y el segundo, la sustitución de la máscara nacionalista por la independentista en algunos partidos catalanistas. Pero estos movimientos han sido sobre todo ideológicos en una especie de “corrimientos tectónicos” en la medida en que quedaron afectadas las propias “cortezas políticas” sobre las que se asentaban los partidos. En lo que concierne al “multipartidismo”, lo más relevante son los “codazos” y golpes mediáticos con los que los partidos tienden a ocupar un parte del espectro político desplazando de ella a su principal competidor. En el ámbito de la izquierda, el radicalismo surgido tras la reciente crisis económica fue inicialmente captado por los movimientos antisistema y los partidos de ideología comunista. Los cuales desplazaron hacía el centro izquierda a la fuerza hegemónica en la izquierda que era el PSOE. A día de hoy, no es desencaminado afirmar que en el sector ideológico de la izquierda está en marcha un reajuste ideológico que implica un corrimiento expansivo del partido socialista hacia la izquierda radical. Lo cual debería producir una clara pérdida de escaños para Podemos y los antisistema que irían a parar al partido socialista. En la derecha se advierten también reajustes, de tal modo que la parte de los votos que se fueron desde el PP a VOX parecen haber iniciado un camino de retorno. Y ello no tanto por la actuación política de VOX cuanto por el propio reajuste habido en el PP que deja entrever un cierto corrimiento hacia la derecha. La “tarta” a disputar siguen estando en el centro, en el que “pululan” un sector del PSOE (que tendría la parte menor de la tarta por el lado izquierdo), Ciudadanos (que parece que tendría la parte mayor y más centrada) y el PP (que tendría una parte también pequeña por el lado derecho). Y ¿qué va a pasar con el centro? El tiempo lo dirá. Pero, a mi parecer, el centro va a experimentar un adelgazamiento por el centro con el correspondiente engrosamiento de los extremos. El centro quedará convertido en la parte angosta de un “yo-yo” o de un reloj de arena. ¿Adónde irán esos votos de la parte de la tarta cuando era cilíndrica? Pues pienso que nos pocos irán al PSOE, que recuperaría algunos de los votantes que se fueron a Ciudadanos por considerar que era el partido que mejor representaba la social democracia. Y los más hacia el PP por la relación que existe entre el original y la copia. Con esto quiero decir que cuanto más recupere el PP el espacio del liberalismo menos trozo de la tarta quedará para Ciudadanos que está en un particular reajuste desde la social democracia hacia el liberalismo. Todo lo que antecede es mi análisis personal del que serán muchos los discrepantes. Pero todo se resume en que advierto un movimiento de “corrimiento y reajuste” que tiende a desembocar de nuevo en el bipartidismo. Política Comentarios José Manuel Otero Lastres el 29 ago, 2019