Para formarse criterio sobre una determinada cuestión, es esencial formular correctamente los términos en los que se plantea. De lo contrario, lo más probable es que se incurra en imprecisiones y que se acabe alumbrando una opinión equivocada.
Viene lo que antecede a cuento porque en la sesión de ayer en el Senado el portavoz del PDECat, antigua Convergencia Democrática de Cataluña, Josep Lluís Claries, reclamó para Cataluña un trato de “igual a igual”. Y por aquí comienzan las perplejidades: ¿con quién reclamaba equipararse para recibir ese trato entre iguales?
A primera vista, y partiendo del dato de que los secesionistas catalanes consideran que Cataluña es una nación, lo que éstos revindicarían son conversaciones entre naciones soberanas: España, de un lado, y Cataluña del otro.
Sin embargo, cuando uno lee con atención las intervenciones escritas de los secesionistas en las redes sociales -y les ruego que lo hagan para ver que no exagero- , se percata de que su gran enemigo es Madrid, que es donde residen las que ellos denominan “clases extractivas” que manejan el BOE. De las demás regiones no hablan, tal vez porque son conscientes de que Cataluña ocupa una posición privilegiada frente a ellas.
Pues bien, como quiera que Madrid (en lenguaje político-jurídico, la Comunidad Autónoma de Madrid) jamás se ha considerado Nación, las cosas se complicarían porque una supuesta Nación, Cataluña, estaría reclamando al presidente del Gobierno de España que le dispense a esa nación catalana el trato de igual a igual con una Comunidad Autónoma, como es la de Madrid. Hipótesis en la cual el más, la supuesta nación catalana, estaría reclamando un trato de igual a igual con un sujeto de derecho público de menor entidad como es una Comunidad Autónoma.
Sé que no es esto lo que pretenden los secesionistas, pero si acogiéramos al pie de la letra su reiterada y perseverante focalización en Madrid de ese “Estado tirano” que los tiene sometidos, se daría la paradoja de que es la Comunidad de Madrid la que recibe un trato desigual y peor con respecto a Cataluña. Con lo cual, pidiendo aparentemente lo más: el trato de igual a igual con el Estado soberano de España, estarían, de hecho, reclamando lo menos, que es la equiparación con Madrid. Y saben que les digo que, como habitante y residente en Madrid, ya me gustaría que el Estado central nos tratara igual que a Cataluña.
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