José Manuel Otero Lastres el 18 ago, 2017 Todos estamos conmovidos por el atentado perpetrado en Barcelona por unos descerebrados inhumanos del Yihadismo que en una especie de guerra santa lleva golpeando en los últimos tiempos a las sociedades libres y democráticas de Europa. Y cada vez que tiene lugar uno de estos brutales asesinatos en masa, la reacción es la misma: la ciudadanía se une en el dolor. En algunos países (por ejemplo en Francia), la unión que produce compartir el dolor no se queda solo a nivel de la ciudadanía, sino que llega hasta el plano institucional: se unen todos los poderes del Estado más allá de las diferencias partidistas. Y esto es lo que ha reclamado nuestro presidente del Gobierno Mariano Rajoy al afirmar que “a los terroristas se le vence con la unidad institucional”. Pero no han pasado ni veinticuatro horas desde el atentado y el president de la Generalitat ya se ha encargado de recordarnos a todos los que nos unimos en el dolor de nuestros compatriotas catalanes que “los ataques no van a alterar “su hoja de ruta” secesionista. Es decir, unidos en el dolor sí, pero tan pronto como pase la emoción de los primeros momentos volveremos con el pleito pendiente que es la independencia de España. Estoy completamente seguro de que casi todos ustedes tienen , al igual que yo, numerosos amigos catalanes. Y, en lo que a mí se refiere, no he percibido que nos separan obstáculos insalvables de tipo individual. Nuestra manera de afrontar la vida es más o menos semejante y nos preocupan, a nivel individual, los mismos problemas con nuestros hijos y nietos. Dicho más claramente, no he visto en ellos ninguna singularidad ni física ni intelectual que me indicara que, lejos de estar ante un semejante, me encontraba ante un ser tan radicalmente diferente que no podíamos compartir la misma nacionalidad. Pues bien, si lo que acabo de decir es así, es la lucha por el poder la que intenta establecer las diferencias. Basta leer lo que escriben en los blogs del ABC.es los secesionistas para inferir que se trata de una pura lucha por el poder: hablan de las clases extractivas de Madrid, del uso del BOE, etc. ¡Poder, puro poder! Lo cual lleva a preguntarme ¿tenemos algo que ver los ciudadanos que vivimos en el olvido del montón con el poder? ¿No es el poder algo por lo que luchan las élites políticas y económicas catalanas que se esconden tras la máscara del secesionismo? ¿Por qué no se quitan ustedes de una vez la careta y le dicen a la ciudadanía del montón de Cataluña que los están involucrando en una cuestión que solo les interesa a ustedes? ¡Dejen de jugar con los sentimientos y las emociones del pueblo para sacar tajada solo para ustedes! Otros temas Comentarios José Manuel Otero Lastres el 18 ago, 2017