Los intransigentes unidimensionales

El carácter consiste en el conjunto de cualidades propias de una persona que la distingue de las demás por su modo de ser u obrar. Todos tenemos nuestro carácter y las cualidades que lo conformen serán determinantes de nuestro comportamiento. Y creo que también de nuestra ideología que consiste en el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona en el ámbito de la política. Verán a donde quiero llegar. Si miramos con atención lo que sucede actualmente en nuestra sociedad, veremos que vivimos unos momentos de imposición de ideas a la generalidad de los ciudadanos que no son de general aceptación. Años atrás, la sociedad no estaba enzarzada en la lucha por la imposición del modo de vivir: había una convivencia pacífica entre diferentes maneras de concebir la vida. Hoy, en cambio, hay unos que tratan de imponer dogmáticamente a todos los demás su concepción del vivir y sentir ordinario. Pongo un ejemplo para explicarme mejor: si a ellos no le gustan los toros, o la caza, no les basta con no ir a la plaza o no cazar, sino que nadie tiene que poder disfrutar de estas actividades. Y lo
mismo sucede, en sentido positivo, con otras “ideologías”. Así, si ellos son unos fanáticos convencidos de la ideología de género, no les basta con orientar su vida personal de acuerdo con esa concepción vital, sino que utilizan el poder que alcanzan para imponerla a la ciudadanía. Pues bien, y por aquí llego a donde quería llegar, creo que la postura de los “intransigentes” que nos imponen por la fuerza su manera de pensar tiene mucho que ver con su carácter. Los que tienen como guía de su vida imponerle a los demás su modo de verla son seres “unidimensionales”, incapaces de valorar lo que significa la heterogeneidad de los seres humanos, son los que propugnan la más estrecha homogeneidad. Son individuos dogmáticos y mentalmente pequeños que recurren al poder para imponer su “averiada” mercancía vital, ya que no lo consiguen a través del convencimiento. ¡Le tienen terror a la libertad! ¿Cómo pueden aguantarse a sí mismos?