Nadie, y quien lo diga miente, se podÃa imaginar que el polÃtico de centro derechas al que un partido de derechas presentó la moción de censura: Pablo Casado, saldrÃa ayer a hombros del Congreso de los Diputados.
Nunca se hizo tanta realidad el dicho de que una hora en polÃtica es una eternidad. Nadie, de los que estábamos sentados en el hemiciclo, pensábamos que Ãbamos a vivir el momento polÃtico más importante de los últimos años.
Nadie, ni siquiera el más aguerrido militante del Partido Popular, podÃa soñar con el dÃa en el que el lÃder de “la derechita cobarde” se rebelara contra los insultos, agravios y descalificaciones que desde hace dos años le lanzan desde la formación polÃtica nacida de los errores del PP, liderada por un Santiago Abascal, que ayer sufrió un golpe personal que nunca imaginó . Se habÃa acostumbrado al silencio del PP, a descalificar sin recibir, a ridiculizar a la que fue su casa sin tener respuesta.
Pero Casado por fin se rebeló. SabÃa que ayer era su momento, o morÃa polÃticamente o se arriesgaba a dar el paso decisivo para intentar coger la bandera del liderazgo de un centro derecha español europeo, moderado, sin furia, sin rencor. De un plumazo, en media hora, con la mirada fija en un Abascal desconcertado, lanzó el discurso de su vida, el del “hasta aquà hemos llegado”, que no es más que su declaración de principios de lo que quiere que sea el PP, muy lejos del discurso antieuropeista de Vox.
La moción de censura ya la habÃa ganado. Vox no la presentó contra Sánchez, no se engañen, era para aniquilar al PP, para dividir más a la derecha e ir recogiendo los restos por el camino. Y estaba en su derecho porque cada partido diseña sus estrategias como estima conveniente, pero se equivocó en minusvalorar la respuesta del PP.
Hoy ya estamos en otro escenario polÃtico. Ya nadie podrá decir que Casado y Vox caminan juntos, Casado ha dejado claro que no quiere ser como Abascal. Si ha sido buena o mala la estrategia el tiempo lo dirá. A corto plazo, el PP más a la derecha romperá carnets y colocará su foto en Twitter, hay mucho mundo fuera de esta red social; y el PP más centristas volverá a votarle y dejará a Ciudadanos. Vox posiblemente reaccione sacando pecho, pero en el fondo sabe que la derecha solo gobernará España si se une, todo lo demás es más izquierda radical y nacionalismo feroz.
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