Ni hay alternativa, ni nadie va a echar un órdago con sentido común, ni las “fuentes” del PP que cotorrean dÃa sà y dÃa no que hay un debate abierto sobre el PP de Madrid tienen la más mÃnima credibilidad, si Isabel DÃaz Ayuso quiere será la presidenta del PP de Madrid antes del verano de 2022. Y a dÃa de hoy, parece ser, ella quiere.
Los populares tienen la mala costumbre de, cuando están en el mejor momento polÃtico, como sucede ahora, se empeñan en autodestruirse internamente con guerras que no van a ninguna parte.
Leyendo lo que se publica estos dÃas sobre las piedras en el camino que le quieren poner a Ayuso en su paseo triunfal por la Comunidad de Madrid -ya ha conquistado el Gobierno y ahora va por su partido- me acuerdo de aquel congreso del PP celebrado en Valencia en el año 2008. Los intentos por echar a Rajoy terminaron en nada, pero el partido sufrió una durÃsima crisis de imagen, un espectáculo dantesco de lucha interna por el poder.
Ayuso ha conquistado por méritos propios la presidencia del PP de Madrid. Ayuso es hoy la lÃder con mayor proyección nacional, Feijóo ya es historia, no quiso y ya pasó su momento, pero, creo, que es la más leal a Casado y, a dÃa de hoy, no le va a disputar el liderazgo, no es la Esperanza Aguirre de 2008 frente a Rajoy.
Ayuso y Casado son amigos, son de la misma pandi del PP, son la misma generación, han crecido polÃticamente juntos. Ahora es el momento de Casado y ella le ayudará a llegar a La Moncloa en los próximos dos años. Ella se quedará en Madrid que, al paso que va, puede gobernar con mayorÃa absoluta en 2023. Y el futuro, Dios dirá, es joven y, si las cosas y los barones le dejan, podrá ser el relevo de su amigo Pablo.
En los próximos meses se sentarán juntos, y si Ayuso quiere, será la presidenta. La guerra no está en ese cargo, por mucho que algunos quieran ponerlo en duda, la guerra está en otro sitio, en otros cargos. Pero como queda tiempo, ya lo contaremos.
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