No siempre podemos elegir la vida que desearíamos. Ni tenemos al alcance de la mano una goma para borrar lo que nos ha hecho sufrir. Pero podemos elegir en qué focalizarnos. Podemos aprender a interpretar desde una perspectiva más benevolente o compasiva. Y también podemos realizar ejercicios que nos ayuden a almacenar los recuerdos bonitos de nuestra vida.
Y es que en gran parte somos nuestros recuerdos. La vida está continuamente pasando, dentro de nosotros y a nuestro alrededor. La vida pasa, la vida se protagoniza, la vida ocurre, la vida se escapa. La vida es pasado, presente y futuro. Vivimos momentos especiales, intenso, alegres, emotivos, tristes, convulsos. Momentos que desearíamos borrar de nuestra memoria y otros que nos gustaría retener para siempre.
Los recuerdos quedan anclados en nuestra memoria gracias a las emociones. Todo aquello que sentimos nos deja huella. Poder sentir está relacionado con nuestra capacidad de estar atentos y presentes. Nuestra mente no es capaz de atender dos situaciones a la vez. Nos perdemos detalles de lo que vivimos por no estar atentos. Pero cuando miras, escuchas, sientes, degustas, hueles… y estás, lo que se dice estar, la vida te va dejando sabores difíciles de borrar.
Repasar estos momentos intensos cuando acaba el año nos ayuda a rememorar todo lo vivido, volver a disfrutarlo, anclarlo en nuestra memoria y sentirnos afortunados por ello. Los siguientes ejercicios pueden ayudarte a recordar y volver a disfrutar de tu 2019.
Escuchar música
Escuchar canciones relacionadas con momentos mágicos de este año te hará revivirlos con más intensidad. Hay una relación directa entre la música que escuchamos y nuestros recuerdos. De hecho, es capaz de evocar recuerdos que teníamos completamente olvidados.
En una investigación sobre música y recuerdos, la directora del proyecto, Carol Lynne Krumhansl, explicó que “la música transmitida de generación a generación le da forma a nuestros recuerdos autobiográficos, preferencias y respuestas emocionales”, un fenómeno que llamamos “golpes de reminiscencia”.
Visualizar
Visualizar supone recordar momentos con la mayor realidad posible, desde el lugar en el que estábamos, la música que sonaba, la temperatura que había, la gente que te rodeaba, la mirada de alguien, una sonrisa, una conversación. Cuando visualices, trata de convertir esa escena vivida en lo más real, recréate y siente. Porque el cerebro, cuando visualiza, es capaz de evocar emociones muy similares a las vividas durante la experiencia real.
Agradecer
Un ejercicio muy reconfortante que nos ayuda a recordar lo bueno del año es el agradecimiento. Prueba a realizar este ejercicio con los niños o con tu pareja. Podéis hablar de todo aquello que os gustaría volver a repetir o de lo que os ha hecho sentir afortunados.
Álbum de fotos
Hemos perdido la costumbre de pegar fotos. Pero se trata de una actividad preciosa que nos ayuda a recordar momentos especiales. Y si lo hacéis en familia, puede provocar recuerdos, nostalgia, risas. Se pueden realizar álbumes preciosos, no solo pegando fotos, escribiendo frases y recuerdos. Dentro de unos años os encantará volver a verlos.
Y para 2020, prueba a llevar un diario de los momentos bonitos. Verás cómo te cambia el estado de ánimo y te ayuda a apreciar mucho más los pequeños momentos del día a día.
Otros artículos de Patricia Ramírez
- El lunes empiezo… a vivir un poco más despacio.
- El lunes empiezo… a dar sin pensar en lo que reciba.
- El lunes empiezo a… hablarme con más optimismo y positividad.
- El lunes empiezo a… tirar cosas.
- El lunes empiezo… a tomarme la vida con más calma.
- El lunes empiezo a… ser más cariñoso con mi pareja.
- El lunes empiezo a… planificar y gestionar mejor mi tiempo.
- El lunes empiezo a… ser más agradecido.
- El lunes empiezo a… respetar más mi cuerpo con lo que como.
- El lunes empiezo a… dejar de etiquetas a las personas y olvidar mis propias etiquetas.
- El lunes empiezo a… meditar.