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Blogs Pasando por el aro por Emilio V. Escudero

Semifinal ante Rusia: de venganzas, gigantes y muñecas

Emilio V. Escudero el

Si hay un equipo que se le ha atragantado a la selección española en los últimos tiempos, ese es Rusia. Un conjunto que siempre aparece como tapado en los grandes campeonatos, a la sombra de los favoritos, pero que le tiene cogida la medida a España, como ha demostrado en los dos últimos encuentros oficiales que han disputado.

El primero fue aquella final del Europeo de 2007, de infausto recuerdo. Desde que ese tiro de Pau Gasol se salió de dentro de la canasta, España ha soñado con la venganza. Devolver el amargor a los rusos. Aunque podían haberlo conseguido durante la primera fase de este torneo olímpico, lo cierto es que no hubiera sido lo mismo. Ese era un partido de trascendencia cuestionable, pero lo de esta tarde (18.00 horas, ABC.es) va en serio.

El que gane tendrá ya una medalla olímpica en el cuello (que sea de oro o de plata se decidirá el próximo domingo). Sería la segunda la esta generación de jugadores españoles, pero la primera en el palmarés ruso, que desde que la URSS se desmembró no había conseguido pisar siquiera las semifinales.

Construido alrededor de la figura de Kirilenko, esta selección rusa dirigida por David Blatt es un conjunto temible. No solo por el propio Kirilenko (uno de esos jugadores especiales que surgen muy de vez en cuando), sino por el elenco de baloncestistas que le rodean. Talentos sin explotar aún, como el de Shved, con otros de sobrada solvencia.

En el partido de la primera fase hubo dos hombres que se lo hicieron pasar especialmente mal a la selección española. Por un lado, el gigante Mozgov, un pívot de siete pies (2,17 metros) que dominó la zona ante los hermanos Gasol. El jugador de los Nuggets se aprovechó del trabajo de Ponkrasov, cuyo juego más abierto obligaba a los hombres altos de España a salir a defenderle, dejando un hueco precioso del que se nutrió Mozgov.

El otro dolor de muelas de Scariolo se llamó Fridzon. Alero anotador, pero inconsistente, Fridzon está siendo extrañamente certero durante este torneo olímpico. En los partidos clave (frente a España, Brasil y Lituania) ha promediado casi 14 puntos, con un acierto superior al 50 por ciento. Es cierto que en el choque disputado ante la selección se aprovechó de cierta laxitud defensiva de nuestros exteriores, algo que debería cambiar esta tarde y que debe ser una tarea de Rudy Fernández.

En cuanto a la selección, me preocupa el papel que desempeñará Serge Ibaka. Clave en la preparación, el de los Thunder ha ido perdiendo protagonismo en la cancha. Scariolo se empeña en utilizar a otros hombres como recambio de los Gasol, porque considera que hay determinadas defensas donde no casa el trabajo del congoleño, pero ante un pívot como Mozgov su potencia física debería ser importante de nuevo.

Eso y el acierto exterior, por donde se desangra el juego español. El porcentaje de acierto desde la línea de tres ha ido bajando poco a poco hasta rozar el paupérrimo 30 por ciento. Baste decir que Pau Gasol es nuestro mejor triplista para hablar de la dimensión del problema. Más allá del protagonimos de Navarro y Rudy, hace falta que hombres como Calderón, Llull o Sergio Rodríguez amenacen también con su muñeca. Por ahí pasa buena parte del camino a semifinales. Una senda que pasa por la venganza. Seguro que en la cabeza de los españoles no se olvida aquella derrota de 2007. Motivación especial. Esperan las medallas.

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