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Blogs Pasando por el aro por Emilio V. Escudero

Caos técnico en un Mundial de dos velocidades

Caos técnico en un Mundial de dos velocidades
Emilio V. Escudero el

Apenas han pasado dos días de Mundial, pero ya hay bastantes certezas. La primera, que la organización es caótica a pesar de la amabilidad de los voluntarios chinos. La segunda, que la FIBA se equivoca si su modelo consiste en dejar fuera de la Copa del Mundo a equipos como Eslovenia (actual campeona de Europa) y hacer sitio a otros que no dan el nivel, lo que ha provocado sonrojantes marcadores en la primera jornada del torneo.

Guangzhou, la ciudad donde está disputando España la primera fase, es una megaurbe inmensa. Cuando uno la sobrevuela camino del aeropuerto parece que no se acaba nunca. Solo en esta zona de China viven casi las mismas personas que en toda España, alrededor de 48 millones. Eso sí, muy pocos de ellos saben otro idioma que no sea el chino.

Por eso, el primer contacto es siempre complicado. Da igual que quieras coger un taxi o que busques un lugar para comer. Te intentan ayudar, sí, pero se desesperan impotentes. También los enviados especiales al Mundial estamos atravesando cierta impotencia estos días, porque más allá del choque cultural son muchas las cosas que no están funcionando.

El primer problema técnico llega nada más aterrizar en el pabellón el primer día. Las acreditaciones, el DNI del periodista en cada torneo, no están listas. Pero no lo estaban entonces y siguen sin estarlo hoy. Nos prometieron que para el segundo partido las tendríamos y será así, porque en eso no fallan. Las promesas son sagradas.

Es China un país tecnológico, con todas las cabezas inmersas en el móvil cuando viajan en el metro. Incluso por la calle. Las pantallas inundan los edificios del centro. Enormes rascacielos que demuestran el poderío económico del país. Pues bien, en medio de todo eso, falla la conexión a Internet. Otra piedra más en el camino y esta vez no parece que haya una promesa de por medio para mejorar. Paciencia.

Más allá de todo eso, el principal problema de este Mundial, al menos para el gran público, está en la cancha. Allí se suceden las palizas. Marcadores sonrojantes que no gustan ni en el país que los recibe ni en el que los inflige. Se inventó la FIBA la clasificación mundialista y la Copa del Mundo de 32 equipos. Un forma de llevar el baloncesto a muchos países, que está bien, pero que no ayuda al espectáculo en su torneo más importante.

Jugadores como Doncic o Bogdanovic están viendo por la televisión un campeonato que estarían como locos por jugar. Eslovenia o Croacia fueron víctimas del sistema de las “ventanas” que ha dejado fuera a grandes países y que ha creado este Mundial de dos velocidades. Habrá que esperar a la segunda fase para que todo se iguale definitivamente. Hasta entonces, me quedo con una sensación: Antetokounmpo ha venido dispuesto a hacer historia con Grecia tras no haberlo conseguido con los Bucks. ¡Ah, y qué gran país es España!

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Emilio V. Escudero el

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