El Real Madrid ganó y ganó bien la Supercopa. Lo hizo, además, ante el Barcelona, su ogro en los últimos años. Si la temporada pasada el conjunto blanco ya demostró que podía ganar a los azulgranas, en el partido de ayer lo que hizo fue dejar patente su superioridad a día de hoy (que habrá que ver si es tal cuando regresen Navarro y Jasikevicius).
La alegría del Madrid es total. Primer título en juego y primer trofeo que vuela hasta Madrid. La lectura “negativa” está precisamente en uno de los héroes de la Supercopa. Uno que ayer no estuvo especialmente brillante, pero que ha demostrado que este año viene dispuesto a todo. Me refiero a Nikola Mirotic, que con el título conseguido ayer comienza su cuenta atrás para irse a la NBA.
Lo ha repetido insistente en varias ocasiones. La última, el pasado sábado, en conversación conmigo y con Andrés Aragón. “Antes de irme a la NBA quiero ganar todo con el Real Madrid“. Lo dijo justo después de reconocer que los Bulls habían venido a por él este verano, pero que entre la cláusula y ese deseo que tiene de ganar títulos con el equipo que le ha hecho jugador, decidió aplazar su salida.
Pues bien, si tenemos en cuenta que la Copa la ganó el año pasado y que ya ha sumado la Supercopa, solo queda verle levantar la Euroliga y la Liga Endesa para verle volar del nido. La bueno para él es lo malo para el Madrid. Es decir, el hecho de que el conjunto blanco sea ahora favorito para ganar la Liga conlleva la más que posible salida de Mirotic (al que los Bulls quieren y lo quieren cuanto antes).
Luego está el tema de Hettsheimer, cerrado como nuevo jugador blanco, con el que el Real Madrid aspira, por fin, a volver a reinar en Europa. Con este equipo que ha formado Laso, cualquier cosa que no sea estar en la Final Four es ya un fracaso. No vale ya la falta de experiencia de un grupo acostumbrado a jugar finales. Es el año para volver a aspirar a todo, aunque eso signifique el principio del fin de Mirotic.
ACB