Aparcados los cantos de sirena procedentes de Chicago, Nikola Mirotic ha comenzado la pretemporada de manera espectacular. Dos amistosos y dos partidazos del ala pívot del Real Madrid, dispuesto a que esta sea la temporada de su consagración como estrella del baloncesto europeo.
El día de la presentación del equipo, Rudy Fernández decía que llegaba al Madrid para ser el “líder”. Un papel que se le ha complicado tras los dos primeros partidos amistosos, en los que Mirotic ha acaparado ese rol protagonitas. Ante la Cibona y el nicaja, el montenegrino ha promediado 24 puntos y 31 de valoración. Números que serán complicados de mantener durante la Liga Endesa, pero que hablan claro del paso adelante que ha dado durante este verano.
Estos meses de vacaciones no lo han sido tanto para Mirotic, que ha aprovechado para mejorar su físico (la NBA lo espera y quiere llegar preparado cuando llegue el momento) y para ampliar su repertorio de movimientos. Mirotic ha trabajado en su país junto a su entrenador de toda la vida. El campus que lleva su nombre (“Joker Nikola Mirotic Camp”) le ha servido como banco de pruebas para mejorar. Allí se ha machado durante todo el verano para llegar lo más fino posible al inicio de campaña con el Real Madrid, algo que ha dejado patente en los dos primeros compromisos de la pretemporada.
En el primero, ante la Cibona (95-68 para el Real Madrid) anotó 28 puntos, cogió 5 rebotes y sumó 35 de valoración; en el segundo, ante Unicaja (82-65, para el Real Madrid), anotó 20 puntos y capturó 6 rebotes, con 28 de valoración. Cifras impresionantes, aún estando en pretemporada, que le sitúan por encima del resto y en el camino de una gran temporada.
Mirotic sabe que su futuro está en la NBA, donde los Bulls tienen sus derechos y ya le han hecho saber que quieren contar con él. Aún así, el montenegrino nacionalizado español quiere dejar Europa por la puerta grande, ganando todos los títulos posibles con el Real Madrid, algo que tiene al alcance de la mano este año.
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