Wines of Argentina (WofA), entidad responsable de la imagen del vino argentino en el mundo, ha hecho posible que ya vaya por su tercera edición el Día Mundial del Malbec, la cepa más emblemática de uno de los países con mayor riqueza vitivinícola, que este año se ha celebrado en más de 70 ciudades de todo el mundo, desde Buenos Aires a Shanghái, Nueva York, Río de Janeiro, Londres, Madrid…
En nuestra capital ha sido organizado por el Instituto Nacional de Promoción Turística de Argentina (Inprotur), en colaboración con la Embajada de Argentina en España, Aerolíneas Argentinas y el grupo de restaurantes De María. Del 15 al 21 de Abril se han celebrado una serie de actividades que tuvieron como culminación una degustación de variedades de Malbec en The Wine Club, River Café, en la que, como era natural, no pudo faltar una pareja de bailarines de tango. Porque si el tango es el embajador de Argentina en todo el mundo desde hace muchos años, el vino Malbec es cada día más uno de sus mejores abanderados.
La industria del vino argentino se basa en esa variedad de uva, de origen francés, que introdujo en el país de la Pampa el agrónomo francés Michel Aimé Poget a mediados del siglo XIX y con la que consiguió que la Quinta Agronómica de Mendoza de Domingo Faustino Sarmiento (prócer nacional y presidente del país de 1868 a 1874) se convirtiera en el pilar de la vitivinicultura argentina, que hoy, más de siglo y medio después, forma parte importante de la economía y el turismo de la nación.
El enoturismo argentino es una importante baza para el desarrollo turístico del país y cuenta con unas Rutas del Vino no lineales, paralelas a la cordillera de los Andes, que atraviesan paisajes de una espectacular belleza natural y un gran valor gastronómico. Desde Salta, Catamarca y La Rioja (al norte), hasta Neuquén y Río Negro en la Patagonia, pasando por Córdoba en el corazón del país y la región de Cuyo, productora de vinos por excelencia, donde se ubican las provincias de San Juan y Mendoza, esta ultima perteneciente a la red internacional Great Wine Capitals.
Más allá de la visita a los viñedos y estancias productoras de vino con sus catas, el turista puede disfrutar de tratamientos de vinoterapia, rutas a caballo o en vehículos todoterreno, clases de cocina en las que no faltan recetas para hacer los típicos asados, festivales de música criolla y tango… sin olvidar las fiestas de la vendimia.
Foto de apertura: Celebración del Día Mundial del Malbec en Madrid. Foto: Pilar Arcos.
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