Llevo varios días en modo “Joni Mitchell“, feliz rodeado de sus canciones. Al llegar a esa caja de pandora de variedad impredecible que es Court & Spark, (1974), su sexto álbum de estudio, Joni va cambiando de registro una y otra vez en un caudal imparable. Sin entrar en faena, que la tiene y mucha, quería mostrar mi sorpresa cuando por fin, tras más de cincuenta canciones publicadas hasta ese momento, Joni se desmelena y se pone marchosa. Gran parte de esa marcha le viene a Joni de su encuentro con Tom Scott y su banda, L.A. Express, que van a abrir su experiencia musical hacia destinos desconocidos hasta ahora. El primer single elegido del disco, “Raised on Robbery”, sale antes de las Navidades en 1973, con Joe Sample al piano y clavinet y Robbie Robertson de The Band a la guitarra eléctrica, aparte de un plantel de músicos apabullante. Joni lleva un año, desde que editara “For The Roses” en 1972, haciendo pruebas en el estudio, probando cosas nuevas, ampliando el espectro de colores. Y el resultado es grandioso. “Raised on Robbery” no define este disco, no es sino una prueba más de la versatilidad y riqueza musical de la cantante, capaz incluso de rockanrolear. Ahí están “Car on a Hill”, “Just Like a Train”, con esos finales que se incrustan en la memoria, la orquestación sencillamente sublime de Tom Scott en “Down to You”, el encanto de “Free Man In Paris” (donde aparece en los coros Graham Nash), “Trouble Child” o el jazz inocente de “Twisted”, pero “Raised on Robbery” te hace arrugar la frente pensando qué pena que no le diera por abrevar un poco más de las aguas del rock. Cuestión de gustos. Junto a L.A. Express se embarca en una gira de dos meses por EEUU y Canadá, del que queda registrado en directo el disco Miles of Aisles, las sesiones del 14 al 17 de agosto en el Universal Amphitheater de Los Ángeles y alguna otra en el Berkeley Community Center. A todo esto Joni, tras sus flirteos con James Taylor, tiene una nueva pareja, John Guerin (el batería de L.A. Express) y una nueva casa, una hacienda de estilo español, en Bel Air. Sopla viento de popa para Joni Mitchell, que en 1975 es nominada cuatro veces, ganando el Grammy a la mejor vocalista pop de ese año. Quién se lo iba a decir a ella, cuando comenzó a tocar el dulcimer, que iba a llegar ahí arriba.
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