Salvador Sostres el 24 ene, 2022 No hay nada más dañino ni estúpido que un experto rn niños. Como si no fuéramos los padres. Ahora se dice que la pandemia les ha golpeado generándoles sentimientos de soledad y de tristeza. Son sandeces. El Covid virus no ha hecho ningún daño a los niños. A Maria no le hizo ningún daño estar conmigo en casa durante dos meses. Vimos Casablanca, El Padrino. Supimos lo que de verdad era acudir a un restaurante clandestino. Hablamos, leímos. Jugamos. Salíamos muy de madrugada al jardín, nos echábamos sobre el césped, decíamos el nombre de las estrellas. Lo que a Maria y a cualquier niño le ha hecho daño es tener que aguantar las tonterías de políticos y maestros sobre supuestas medidas higiénicas o sanitarias que no sirven absolutamente para nada. Lo que a Maria la ha abrumado es ver a tantos hombres y mujeres adultos apurando cualquier excusa para no ir a trabajar. Ésta ha sido la auténtica devastación del Covid: el ejército de holgazanes que una vez más ha aflorado en España, mandando un mensaje terrible a los niños y aprovechándose en su vagancia de la enfermedad y la muerte que otros han sufrido. Cada era tiene sus guerras, sus incidentes, sus accidentes, sus catástrofes. El Covid ha sido aparatoso pero no especialmente grave y nos lo hemos ventilado mirando series en Netflix, teletrabajando y pidiendo la cena en Glovo. Comedia, podemos hacer toda la que queráis, pero dando por supuesto mi pésame a todos los que han sufrido pérdidas irreparables, el encierro y las condiciones en que lo hemos vivido no me parecen prescisamente las más dramáticas. En cambio la actitud, la miserable actitud del español medio, la desvergüenza con que se ha escondido tras sus presuntos derechos para eludir todos y cada uno de sus deberes, la avaricia con la que ha rebanado cualquier pretexto para no hacer nada y vivir del dinero de los demás -según su vieja e inaltetrable costumbre- ha dejado en los niños un ejemplo espantoso, justo por el camino que lleva a la banalidad, a las drogas y al vacío. Contra el Covid hay que vacunarse con tantas dosis como sea posible. Pero también tendremos que elaborar un discurso muy severo para contrarrestar el daño moral que en su nombre los vagos de siempre han causado a nuestra vida pública. Es hora de levantarse, es hora de ponerse a trabajar, es hora de que lo único que esté restringido sean las excusas. Es hora de explicarles a los niños que una banda de inútiles y mentirosos ha intentado establecer la farsa de que la vida era posible sin la economía, de que no ir a trabajar era una opción y de que estar enfermo es un sslvoconducto para eludir lo que tienes que hacer. Todo lo que no ganes es tu derrota y vale más que lo sepas antes de que tengas que mendigar. Otros temas Comentarios Salvador Sostres el 24 ene, 2022