Salvador Sostres el 01 ago, 2015 Maria del Mar Bonet es la artista viva más completa que tiene la Humanidad en este momento. Nadie como ella es capaz de sobresalir de un modo tan poderoso en tantos registros. Su buen gusto en los arreglos de sus canciones y las ajenas se concretó con Dani Espasa al piano, Antonio Sánchez a las percusiones y el contrabajo Jordi Gaspar, en los dos conciertos que ayer y hoy ofreció y ofrecerá en el Museu del Born. El espectáculo, que lleva por tÃtulo “Homenatges”, empezó con “La música”, una canción napolitana de Enzo Gragnaniello. De Nápoles navegamos a “Salònica”, de Gabriel Sopeña, una de esas canciones, virtud huidiza de las cosas, que tan bien le quedan a Maria del Mar Bonet. El siguiente viaje, brasileño, fue en compañÃa de Milton Nascimento, de quien cantó la profunda “Zel de la terra”, con su voz más fina y cristalina, que parecÃa brotar del corazón de la Tierra para elevarse como una oración hasta el cielo. Y de tan lejos volvió a casa con “Mercè”, dedicada a su madre y la primera canción de la noche totalmente suya. De Jackson Browne interpretó “Cançó per a Adam”, introspectiva, bellÃsima, de tal dureza y delicadeza entremezcladas que está al alcance de muy pocos artistas saber cantar con todos los matices de su intensidad. “Ciutat preciosa” sea tal vez la canción más hermosa de Mikis Theodorakis. Bonet la incluyó en su disco “El•las”, dedicado a las canciones del compositor griego, que acaba de cumplir 90 años, y fue la siguiente pieza del concierto, que regresaba al mediterráneo después de su breve estancia norteamericana. De Toti Soler y su preciosa “Dansa d’amor” pasó a “El sentinella”, en homenaje a Antonio GaudÃ, para llegar a LluÃs Llach y a su “Penyora” intimista, alejada de cualquier consideración polÃtica. Una nana vino luego, “Maren”, de Kepa Junquera, la primera canción que no cantó en catalán sino en euskera. La segunda fue “Negra sombra”, que cantó en gallego, con letra de RosalÃa de Castro sobre una música de Xoán Montés. Continuó Maria del Mar estirando el hilo de sus poetas y el valenciano Vicent Andrés Estellés fue el siguiente afortunado: “Les illes”, un conjunto de poemas breves con letra de Estellés musicados por la artista. El concierto llegaba a la hora de duración y el abanico se habÃa abierto tanto como el mundo. La sensacional “Homenatge a Teresa” le sirvió para recordar a Ovidi. Soberbia versión. “No trobarás la mar”, confesó Maria del Mar, “es un homenaje a un gran amor. Y dejémoslo aquÔ, en una licencia intrigante francamente inusual en sus conciertos y que a todos nos puso celosos. HermosÃsima canción, cantada como si el “gran amor” todavÃa le doliera. Sorpresa en el tramo final con “Si te m’envà s”, para recordar a Joan Baptista Humet. De regreso a Mallorca se acordó de Guillem d’Efak cantando su “Blues en sol”, y con “Cançó de l’amor petit” pasamos por Serrat para recordar la extrema belleza de sus canciones primeras. “Què volen aquesta gent, con letra de LluÃs Serrahima le sirvió para homenajear a los “Setze Jutges” y para cerrar el concierto. “Es fa llarg esperar”, de Pau Riba, fue el único bis, tras el que sólo puedo decir que en mi vida ya sólo necesito estar con mi mujer, mi hija y mis amigos y escuchar esta canción con el “repeat 1” para siempre más. Fue un concierto definitivo, total, que convierte a las demás cosas de este mundo en fútiles. Un concierto que esta noche se repetirá y que serÃa a todas luces insensato perderse. Otros temas Comentarios Salvador Sostres el 01 ago, 2015