La comunicación o adquisición de conocimientos que permiten ampliar o precisar los que se poseen sobre una materia determinada, es aquello que según la R.A.E. llega a definir por información. Una información que se nos presenta a diario en diferentes formatos a través de periódicos, internet, radio, televisión, etc, por lo que estamos expuestos a ella continuamente, recibiendo estímulos continuados. Así que necesitamos clasificar dicha información para poder asimilarla, y sobre todo, adquirirla para llegar al conocimiento. Es por ello que se necesita presentar la información de una forma clara y concisa, a través de una representación jerarquica, legible y estructurada de los datos.
Pero, qué entendemos por diseño de información, según Vince Frost, diseñador que trabajó en la prestigiosa agencia Pentagram:
“Es la organización y visualización de información, mensajes, o narraciones en una jerarquía ordenada. Un viaje por la información es presentar el contenido de un modo claro, único y atractivo, apelando y apuntando a los sentidos mediante el uso de elementos como el tipo de letra,el color,
las imágenes, el tiempo, la luz, las texturas y los materiales, entre otras cosas, para avisar, enseñar, explicar, entretener o dirigir”.
Desde los comienzos de la humanidad el ser humano ha buscado la forma de expresarse, de ponerse en contacto con su otro y así poder interactuar. La cartografía, la ciencia, técnica o tarea de producir mapas representa la primera forma reconocible de diseño de información tal como la conocemos en la actualidad. La visualización de datos a través de gráficos de barras, permite a la vista percibir de inmediato lo que al cerebro le costaría mucho más tiempo deducir a partir de una tabla de números. Los gráficos permiten que los números hablen a todo el mundo del mismo modo.
“Las palabras crean divisiones,
las imágenes crean conexiones.”
Otto Neurath.
¿Por qué es necesario el diseño de información? Esta es la pregunta a resolver por el diseñador que debe presentar la información y tratarla representándola en tres posibles tipos: impreso, interactivo o ambiental. La información impresa se basa en una única imagen o secuencia de imágenes para transmitir complejos conjuntos de datos. En el diseño interactivo el usuario debe estar implicado. Selecciona los criterios según los cuales los datos o la información se miden o se compraran. La función del sistema de señales visuales ambiental para la orientación es la de dirigir al público sobre dónde ir, cómo encontrar el cambio y qué hacer una vez allí.
Cuando se diseña información, esta debe estar bien organizada, colocada en una estructura bien diseñada aplicando una jerarquía clara que ayudará a comunicar la información y el contenido. A través de las retículas, podemos organizar dicha información. Esta retícula debe estar bien diseñada y ser eficaz, basada en la información que contiene y para que así sea, primero debemos haber organizado el contenido y tener una idea clara sobre los diferentes niveles o jerarquía dentro de la misma. Una retícula bien construida permite organizar la información de forma eficaz y ayuda al lector a navegar por el contenido presentado de manera secuencial. Es una herramienta poderosa para el diseño y puede aplicarse en un gran abanico de formatos. La retícula controla el modo en que la información se transmite y es recibida por el público. Además la retícula puede ser dinámica, dependiendo de la creativad de quien la diseñe y a quién va dirigida.
“Un sistema de retícula es una ayuda, no una garantía.
Permite varios usos y cada diseñador puede buscar una solución
adecuada para su estilo personal. Pero hay que aprender
a utilizar la retícula; es un arte que requiere la práctica.”
“La organización formal de la superficie mediante una retícula,
el conocimiento de las reglas que rigen en la legibilidad (longitud de líneas,
espaciado entre palabras y entre letras, etc) y el uso concienzudo del color
figuran entre las herramientas que un diseñador debe dominar para realizar
su trabajo de un modo racional y económico.”
Josef Müller-Brockmann.
El uso creativo de la jerarquía y la estructura permite al diseñador construir un movimiento fluido alrededor de la página; un gesto por así llamarlo. El uso de la escala, la colocación y la prominencia de ciertos componentes pueden producir páginas vivas y atractivas, y junto a una buena retícula que facilite el proceso creativo son la base para una buena comunicación. Aplicando, además, la legibilidad y la fluidez, dos elementos muy importantes para comprender el mensaje a expresar, sin olvidar la elección de una tipografía acertada para que el receptor le llegue el mensaje es esencial. El buen diseñador de información sigue un proceso lógico para seleccionar el tipo adecuado, ajustar las letras y colocarlas de forma clara en una composición. La capacidad de priorizar la información en jerarquías claras sobre la base de una buena práctica tipográfica, resulta en un diseño claro y conciso que el público puede reconocer e interpretar de inmediato.
Después de hablar de las “reglas tangibles” a seguir por un diseñador de información para hacer llegar el mensaje al público de forma clara y concisa, ese diseñador debe conocer bien a quién se dirige y por ello es muy importante la inspiración y experimentación por parte del diseñador, una experimentación que se puede situar en el centro del proceso creativo. En el diseño de información existe la percepción de que trabajar con gran cantidad de datos es aburrido. Si no se presenta de manera correcta, la información se convierte simplemente en números y palabras de poco significado. La capacidad de visualizar estos datos brutos y colocarlos de forma visual mostrando las relaciones o las diferencias puede cambiar la forma de comprender el tema por parte del público.
“Mi biblioteca es la expresión de mi curiosidad. Aconsejaría a los jóvenes
que miren todo aquello con lo que se encuentran de modo crítico
y que intenten encontrar una solución mejor.
Josef Müller-Brockmann.
Medir el tono adecuado y seleccionar los formatos más eficaces para transmitir un mensaje o una información, es una parte vital en el proceso de diseño. El trabajo del diseñador de información es editar e interpretar historias para el que público las entienda con claridad. El diseñador tiene la tarea de desmontar los datos, analizarlos y luego volverlos a montar de un modo simplificado. Convertir lo ordinario en extraordinario, este es el poder del diseño de información. Se debe llegar a la capacidad de aislar porciones individuales de información propiciando un resultado para el usuario en el que pueda descodificar e interpretar rápidamente el material de un modo que tenga sentido.
“Todos los problemas de datos empiezan con una pregunta.
La respuesta a la pregunta es una especie de narración,
algo que describe sin detalles superfluos una respuesta clara a la pregunta.”
Ben Fry.
“Introducción al diseño de información” editado por la editorial Parramon y escrito por Andy Ellison y Kathryn Coates, explica muy bien este campo del diseño. Un campo que está muy ligado a la vida diaria del usuario/espectador/lector que se enfrenta diariamente a la maraña de datos e informaciones que le llegan a través de los medios de comunicación que consume. Un manual impresncindible con 300 ilustraciones que muestran los procesos creativos pertenecientes a destacados diseñadores, en los que se basan los proyectos de diseño de información y con ejemplos profesionales muy prácticos que ayudarán mejor a entender este gran proceso de poner en orden la información. Con capítulos dedicados al público receptor, a la estructura, la legibilidad y la fluidez, la sección de medios, la experimentación y la entrega en múltiples plataformas, proporcionando una visión completa de un aspecto fundamental de la comunicación visual.
Diseñadores no lo olvidéis: Jerarquía – estructura – legibilidad – navegación.
“Introducción al diseño de información” // editorial Parramon // 30 euros
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