Virgil Abloh, arquitecto, DJ, ingeniero, profesor universitario, artista, empresario y director creativo de Louis Vuitton, a sus 38 años acumula tantas críticas como ha cautivado a toda una generación, con su desafiante forma de pensar y trabajar el diseño. Utiliza su creatividad para comunicar mensajes sociopolíticos que sabiendo envolverlos de tal forma, a veces uno tarda en ser plenamente consciente del terreno al que lo han llevado.
Desde un modus operandi original, transgresor e influyente, el diseñador muestra su concepto real de objeto. Criado en un suburbio de Chicago, Abloh logra diseñar moda de lujo a la vez que plantea interrogantes sobre su legitimidad. Cuestiona el orden establecido y las jerarquías, los sistemas de referencia y las prerrogativas de interpretación existentes. Ya se trate de pinturas renacentistas o zapatillas de deporte, muestrea y hackea, cita y reinterpreta, optimiza y modifica cualquier bien cultural colectivo que caiga en sus manos y que desee comunicar a una nueva generación que recurre cada vez más a las redes sociales en busca de información e inspiración. «Mi idea del diseño incluye siempre un puente del pasado al futuro», señala Abloh, fascinado por los diseños de Jean Prouvé e interesado en explorar lo obra del diseñador francés desde el principio de su cooperación con la marca Vitra.
Abloh busca algo más que diseñar un objeto inerte, busca un discurso que atraiga, una forma de pensar e interpretar la vida para que, sobre todo, los jóvenes entiendan mejor aquello por lo que son rodeados. Con el proyecto elaborado junto a Vitra, TWENTYTHIR1YFIVE, que se podrá ver hasta finales de julio en el parque de bomberos que Zaha Hadid construyó en el Vitra Campus (Weil am Rhein, Alemania) y en otoño en la sala de exposiciones que Vitra va a inaugurar en la ciudad de Nueva York. El eje es la interacción entre los adolescentes y su entorno doméstico. Por un lado, presenta la idea de cómo la evolución tecnológica y los cambios sociales podrían afectar a nuestros hogares, abordando cuestiones como lo sostenibilidad a través del reciclaje, la desmaterialización y la superabundancia o, como recalca Abloh: «es perfectamente discutible si en 2035 seguiremos necesitando muebles». Por otro lado, se plantea la cuestión de hasta qué punto el entorno influye en nuestro desarrollo, nuestros gustos y las decisiones que tomamos a lo largo de nuestras vidas. Partiendo de esta base, el diseñador/artista ha creado una biografía residencial de un adolescente ficticio de 2019 al que acompaña hasta 2035.
La primera parte de la instalación «Past/Present», puede verse una colección aparentemente arbitraria de muebles y objetos. Consta de materiales, colores y objetos concretos contemplados a través de un filtro, con lo que se crea la atmósfera de una secuencia onírica. De este modo se evidencia lo diferentes que son los influjos que arraigan en la memoria a largo plazo de nuestro adolescente ficticio y que, por tanto, pueden repercutir en su trayectoria vital futura. Los objetos mostrados (desde la lámpara Petite Potence y el sillón Antony de Jean Prouvé hasta diseños de Charles y Ray Eames o Eero Aarnio, algunos en su versión original y otros modificados) podrían haber formado parte del mobiliario de la casa de sus padres, pero nuestro protagonista igualmente podría haberlos tomado de un parque infantil, un aula del colegio o la casa de un conocido.
La segunda parte, «Tomorrow», lanza una mirada al año 2035 y muestra la primera casa propia de nuestro protagonista, ya adulto. «El adolescente se ha convertido en un creador que ha transformado sus recuerdos y experiencias, todos los influjos culturales y sociales, en productos propios encontrando así un campo de actividad personal», explica Nora Fehlboum, consejera delegada de Vitra. Sin embargo, aquí no solo son importantes las respuestas o los desafíos del futuro, sino también los puentes al pasado, construidos mediante los métodos de trabajo de la adaptación, el «hackeo» y la referencia a objetos conocidos. En este mobiliario futurista también encontramos los tres «spin-offs» el objeto de cerámica vidriada Ceramic Block, la lámpara Petite Potence, el sillón Antony creados para lo instalación y que se podrán adquirir en una edición limitada o través del sitio vitra.com.
Una muestra fiel reflejo de la influencia que tiene el diseño en nuestras vidas y de cómo éste puede dar soluciones prácticas, funcionales y estéticas a los problemas cotidianos. Todo ello en ese marco incomparable que es la Estación de bomberos, que constituyó el primer proyecto de construcción de Zaha Hadid. Una escultura de hormigón al aire libre.
TWEN1YTHIR1YFIVE estará abierta hasta el 31 de julio en el parque de bomberos del Vitra Campus (Weil am Rhein, Alemania).
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