A lo largo de las últimas décadas los medios de comunicación han ido sufriendo una evolución que ha cambiado la forma de comunicarse con sus receptores. En un principio, con el inicio de la prensa, la comunicación era escrita en su totalidad, casi sin utilizar imágenes, luego vino la radio, el cine, la televisión, la propia evolución de la prensa, pasando asà a una comunicación oral y visual, para llegar a las tecnologÃas actuales, que son prácticamente en su totalidad imágenes. Por lo que hoy en dÃa la comunicación si no es visual se queda en nada. AsÃ, el diseño gráfico se ha ido elevando no solo como una profesión sino como algo categórico que define objetos, conceptos, plasma ideas, unificados en especialidades.
Enric Satué (Barcelona, 1938), Premio Nacional de Diseño en 1988, es una de las voces en nuestro paÃs con más rigor y profesionalidad para hablar de lo que es el diseño gráfico, cómo debe ser y lo que aporta a la sociedad y al oficio. Un diseñador gráfico que se califica literalmente excéntrico, pues «aprendió la profesión en el aula sin muros de las calles del mundo». Y se ha convertido, además por el gran trabajo que ha ido dejando a sus espaldas, en historiador e investigador del diseño por mero interés personal, y ya lleva más de 20 libros publicados.
Entre ellos, además de sus imprescindibles, El factor diseño, y  El diseño gráfico. Desde los orÃgenes hasta nuestros dÃas (Alianza Forma), se encuentra otra joya para todo profesional y amante del diseño gráfico, Mis queridos diseñadores (gráficos) (Alianza Forma), una crónica sentimental del diseño gráfico. Una antologÃa de aquellos diseñadores que marcaron a Satué en su carrera. Cuarenta y siete compañeros nacionales y extranjeros del diseño gráfico que enriquecieron al diseño en su conjunto con hallazgos visuales o recursos técnicos de un gran valor visual y comunicacional, aportando a la historia del diseño gráfico un enfoque y una interpretación de las imágenes fundamentales para entender el diseño de hoy y asà poder dominarlo y comprenderlo. Personajes que mostraron un nÃtido compromiso de diseñador, mostrando una voluntad al uso para conseguir un fin determinado, buscando siempre una solución para ese problema propuesto.
Diseñadores que apelaban a la memoria colectiva y al sentido crÃtico del espectador, para llegar a formar una solución visual eficiente y perdurable en el tiempo, como Primo Angeli, Josep Artigas, Mercedes de Azúa, Pepe Barro, Paco Bascuñán, Saul Bass, Félix Beltrán, Pierre Bernard, Joan Brossa, Ivan Chermayeff, Alberto Corazón, Amand Domènech, Alan Fletcher, Rubén Fontana, Daniel Gil, Ricard Giralt Miracle, Milton Glaser, Ton Granero, Tibor Kalman, Toni Miserachs, Bruno. Munari, Peret, Yves Zimmermann, entre otros, son los que forman este apasionante punto de vista personal de lo que han significado estas figuras del diseño gráfico.
Son algunas de las grandes figuras del diseño que por un diseño sencillo y un propósito tan difÃcilmente como el de «hacer evidente lo que no es», llegaron a dejar huella en el imaginario nacional e internacional, a través de la utilización de formas y significados diferenciadores.
«En el sector del diseño gráfico abundan imágenes literales, redundantes, sin imaginación y a menudo sin sentido. Sin embargo, es ahà donde el maestro en diseño da la medida de su maestrÃa al hacer evidente lo que no lo es con diseños que parecen fáciles pero que son muy difÃciles», escribe Satué.
«Una imagen que no impacta no vale nada», sobre todo, en la sociedad actual cargada como lo está de tantos impactos visuales que provienen de múltiples soportes tecnológicos. «Los productos ideados y fabricados por señores como Bill Gates y Steve Jobs propagan la especie infundada de que todos somos diseñadores gráficos potenciales; y también porque la conquista del hogar por parte de la televisión ha domesticado las imágenes -y con ellas las miradas-, de tal modo que el diseño ha dejado de ser causa para convertirse en efecto: por poner un ejemplo concluyente, los diseñadores ya no hacemos banderas, sino banderolas», afirma Satué.
Es una ocasión excepcional de conocer de la mano de un gran estudioso y profesional del diseño aquellas figuras mÃticas, a través de grandes pinceladas, podemos hacernos una dÃa de lo que han sido algunos de los grandes diseñadores gráficos nacionales e internacionales. Una muestra y un viaje por el que podemos observar y disfrutar del trabajo artesanal y de las grandes ideas sencillas y complejas que han poblado el oficio de diseñador. Un oficio que se lo planteaban como aquel capaz de innovar en el que la claridad, la regularidad, el buen gusto y la gracia, eran los ejes fundamentales para transmitir un mensaje visual eficiente. Creando asà soluciones que obedecen a la necesidad antes que al arte, «porque en diseño gráfico ser creativo implica seguidamente conseguir que la innovación potencie la comunicación en lugar de obstruirla, como sucede tan a menudo».
En definitiva, es un imprescindible a añadir (si todavÃa no se ha hecho) a la biblioteca particular, para verlo y releerlo, porque además, Satué hace que pique esa curiosidad de querer conocer más de esos magnÃficos diseñadores que forman parte de este compendio visual y que sirve para fomentar la curiosidad de conocer, el placer de comprender y la volundad de comunicar.
Mis queridos diseñadores (gráficos) // Enric Satué // Alianza Forma // 2016 // 31 euros
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