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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

1.200 años de experiencia visual y transferencia de conocimientos

Saber de donde vienen y hacia donde van los gráficos que representan nuestro mundo, es esencial para quitar ruido a toda esa información que se emite

1.200 años de experiencia visual y transferencia de conocimientos
Pablo Delgado el

Uno de los principios fundamentales de la infografía es la de mostrar de forma clara y concisa una información para su entendimiento, por lo que, siempre será mejor mostrar cómo funciona una cosa que describir su funcionamiento de forma teórica.

Pero ¿cuál es la base principal de la infografía? Es la geometría analítica, una rama de las matemáticas que estudia con profundidad las figuras, sus distancias, sus áreas, puntos de intersección, ángulos de inclinación, puntos de división, volúmenes, etc. Es un estudio más profundo para saber con detalle todos los datos que tienen las figuras geométricas. Esta rama de la geometría fue desarrollada y utilizada por primera vez en 1637 por el filósofo, matemático y científico francés René Descartes. Descartes utilizaba el álgebra para resolver problemas de geometría, formular ecuaciones para representar líneas y curvas entre un punto y su distancia mediante un par de números. En definitiva, utilizaba de forma gráfica y precisa esa información para mostrarla más clara.

Los seres humanos destacamos por nuestra imaginación visual y porque desde nuestros orígenes la imagen ha sido parte fundamental. Nuestro cerebro ha desarrollado la capacidad de crear un modelo del mundo o una imagen mental interna donde podemos ensayar acciones venideras sin correr los riesgos o sufrir las sanciones de hacerlo en el mundo real. Somos criaturas que vivimos con intensidad las imágenes en un mundo como el actual que está totalmente orientado a ellas. Además, tenemos esa capacidad de absorber la mayor parte de dicho mundo que nos rodea, con sus aportaciones visuales que emite constantemente, y nuestro cerebro es capaz de recordarlas después sin tenerlas delante.

El periodista y diseñador Alberto Cairo -una de las voces más autorizadas en la materia de la representación de gráficos- define muy bien lo que es una infografía, en su libro «El Arte funcional», inspirándose en el gurú de la arquitectura de la información Richard Saul Wurman, la vilualización de la información la define como «aquella tecnología plural que consiste en transformar datos en información semántica —o en crear las herramientas para que cualquier persona complete por sí sola dicho proceso— por medio de una sintaxis de fronteras imprecisas y en constante evolución basada en la conjunción de signos de naturaleza icónica con otros de naturaleza arbitraria y abstracta».

Continuando con Cairo, «en los años 70, mucho antes de que Internet se tornase una herramienta de acceso universal, Wurman, entonces profesor de Arquitectura en Carolina del Norte, previó que la explosión en la cantidad de información disponible haría necesaria la intervención de profesionales dedicados a organizarla, darle sentido y presentarla de forma coherente, sistemática y comprensible. El mayor desafío de nuestra especie, según Wurman y otros pioneros, iba a ser aprender a navegar en este tsunami de bits que se adivinaba en el horizonte. En varios libros de gran influencia, Wurman llamó a estos profesionales ‘arquitectos de la información’, por ser su cometido principal estructurar y contextualizar contenidos y también el diseñar los medios a través de los que accedemos a ellos».

En la actualidad, en el bombardeo constante de información que recibimos, es esencial que esas personas filtren, estructuren y representen la información de una forma clara, objetiva y concisa, para ello los profesionales gráficos bien informados y formados son vitales para poder desarrollar dicha actividad.

Una actividad que tiene siglos de historia -aunque no lo parezca-, porque ya en la época de los manuscritos medievales, los rollos de pergamino, se elaboraban magníficos mapas detallados, atlas populares, gráficos, etc. Todo ello lo podemos ver en la magnífica edición y recopilación que ha elaborado Taschen con «History of Information Graphics».

Toda una lección de historia gráfica en la que podemos ver esa evolución de la infografía, desde los mencionados manuscritos medievales, pasando por los primeros trabajos de información gráfica por ordenador. Analizado con todo lujo de detalle el contexto histórico de cada pieza, entre las que se cuentan obras de referencia como el famoso mapamundi de Martin Waldseemüller y los minuciosos estudios de la naturaleza de Ernst Haeckel, planos de metro como el de Nueva York realizado por Massimo Vignelli, el mítico gráfico de la visualización de datos de Charles Minard en el que representa una carta figurativa de las sucesivas pérdidas de hombres de la armada francesa en la campaña de Rusia de Napoleón en 1812 realizado en 1869, o el precio del trigo de William Playfair de 1822, o la Genealogía de Jesús a grandes páginas realizada de Peter of Poitiers, que trazó en un rollo continuo de pergamino una visión general de la historia bíblica basada en la genealogía de Jesús, o el mapa del Vesubio realizado en 1833 y que está representado en la cubierta del libro, o la excepcional representación de El León de Bélgica ideado en 1587 por el cartógrafo Michael von Aitzing durante la guerra holandesa de independencia de España, además de muchas otras obras gráficas desconocidas.

El objetivo fundamental de la arquitectura de la información es combatir esa predecible ansiedad que provoca el hecho de que tengamos tantos datos útiles e interesantes al alcance de las manos. Esa ansiedad por la información catalogada por Wurman, es producida por una brecha cada vez mayor entre lo que entendemos y lo que pensamos que deberíamos entender y ver. Por ello ante tal cantidad de información el orden, a veces por parte de quien recoge y procesa los datos, es fundamental para dar a conocer aquello que se quiere transmitir para quienes lo consumen. El mero acto de percibir el mundo que nos rodea impone una jerarquía en lo observado.

Este campo del diseño ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia dentro de los medios, debido al aumento de la base de conocimientos por parte de los lectores, que demandan gráficos mejor elaborados para representar información compleja de forma comprensible.

En definitiva, tras la publicación de «Information Graphics» y «Understanding the World» (ambos en Taschen), en este tercer volumen escrito y coordinado por Sandra Rendgen, historiadora de arte que ha trabajado tanto para medios impresos como interactivos, se plantea la cuestión de ¿cuál es la situación actual, si miramos hacia atrás en la historia de la información gráfica? «Durante muchos años hemos visto cómo en este campo han surgido continuamente nuevas posibilidades de presentación visual de la información y nuevas herramientas técnicas. Diseñadores, programadores, editores e investigadores desarrollan diariamente ideas sobre cómo las pantallas de información, grandes y pequeñas, podrían enriquecer nuestra vida cotidiana en el futuro. En medio de este entusiasmo con visión de futuro hay una conciencia de que estamos en la cima de la representación visual; sin embargo, dicha conciencia no se siente del todo correcta, ya que nuestro conocimiento de la historia de los gráficos informativos no es más que fragmentario». Por ello, este libro se convierte en una publicación histórica de referencia y esencial fuente de inspiración de toda práctica infográfica para saber de donde viene la información gráfica y hacia donde va.

Un museo en papel de la visualización de datos, en la que poder disfrutar en un gran formato y en una edición de calidad, de esos gráficos que han hecho la historia de la humanidad gráfica. Vital para todo periodista y diseñador que se precie a realizar un trabajo de pedigrí. Consultar este libro en numerosas ocasiones, le ayudará a realizar proyectos, objetivos, y sobre todo entendibles para el lector, desde la calidad, el rigor y el buen hacer de aquellos que empezaron una profesión que perdura en el tiempo durante siglos cargados de datos de 1.200 años de experiencia visual y transferencia de conocimientos.

«History of Information Graphics» // Sandra Rendgen // Taschen // Inglés // 2019 // 50 euros

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