El debut de Ape&Tito ha sido diferente. Y no por la sensación gastronómica, que fue perfecta y que ahora os contaré. Pero comer en un restaurante franco-japonés comida marroquí y a los dos días aparecer en un reportaje de la televisión pública alemana (minuto 16:10) charlando con el chef refugiado que preparó nuestro menú fue, sobre todo, una experiencia. Una genial experiencia. Incluidos los nervios que llegaron cuando el objetivo de la cámara se colocó a treinta centímetros de mis ojos. Ape&Tito tenía que dar la cara de manera inesperada y todavía no habíamos ni creado el blog. (Vale, en realidad simplemente nos preguntaron por la comida como podrían haberle preguntado a cualquier otro comensal, pero dejadnos con nuestra ilusión de principiantes al vernos doblados por voces germanas).
Apetito en alemán parece que se dice “appetit” así que hoy podemos inaugurar también la sección Appe&Tit. Experiencias españolas con comida marroquí en un franco-japonés filmadas por un cámara alemán. Y de postre un daiquiri de melón y sandía que nos ofreció Alba, actriz y camarera en L’Artisan. Lo de actriz nos lo contó ella, y su nombre sale en la web del restaurante. Pasemos a lo (más) importante.
Berenjenas rellenas de verduras sobre una salsa de tomate y tajine de cordero con almendras y ciruelas. Fue el menú que preparó nuestro chef en la primera edición del Refugee Food Festival que se ha celebrado en Madrid. En esta ocasión, el restaurante L’Artisan incluía en su menú del día (14€) estos dos platos preparados por un cocinero marroquí, refugiado en España. Mohammed es uno de los pilares fundamentales de esta iniciativa como lo son los otros seis cocineros de Ucrania, Siria y Camerún que estos días han entrado en las cocinas de los nueve restaurantes de la capital que se han unido al proyecto. Amazónico, BaniBanoo, Gigi, Las Fuentes, Elektra, Mama Campo, Al-Aga, KEYAAN’S y L’Artisan prestaron sus fogones durante la semana pasada a los chefs.
Mohammed nació en Fez, donde construía y montaba mobiliario de madera hasta que descubrió la cocina. A ella se dedicó en hoteles de cuatro y cinco estrellas de Marruecos antes de verse obligado a dejar su país y venir a España. Todavía no habla nuestro idioma a la perfección pero nos contó que eligió ofrecer el tajine porque lo considera el símbolo de su cocina natal.
Los rollitos de berenjenas estaban templados y la mezcla de sabores era bastante proporcionada. El relleno de patata y pimiento y la salsa de tomate triturado no quitaba sabor a la combinación apta para veganos. Además, es un plato muy fácil de preparar como entrante para una cena en casa. El tajine me gustó más, quizá porque soy más carnívoro, y el sabor era clavado a los que he tenido oportunidad de probar en Marruecos. La mezcla del cordero con las especias y el toque de la canela y las ciruelas queda deliciosa. Y si a eso le añadimos almendras algo tostadas se pone el broche al plato.
Este Festival nació el año pasado en París gracias a la colaboración entre ONG Food Sweet Food y ACNUR. Participaron refugiados de Siria, Sri Lanka, Rusia, Costa de Marfil, Irán e India. En 2017 se ha extendido a otras ciudades europeas como Atenas, Amsterdam, Burdeos, Lille, Lyon, Bruselas, Milán, Roma, Bari o Florencia. En total, han participado más de 50 restaurantes (9 en Madrid) y cocineros de países como Afganistán, Eritrea, Irán, Somalia, Siria y Ucrania. Así que si no pudiste pasar por ahí ya tienes una cita más que apuntar en tu calendario de 2018.
Cocina Exótica
