El novelista griego Petros Márkaris acudió al encuentro Getafe Negro celebrado en Getafe, Madrid, entre el 17 y el 27 de octubre pasados, para participar en una mesa redonda bajo el título “Novela Negra y compromiso social”, esto último muy presente en sus novelas. Para él la justicia y la responsabilidad social del autor van unidas.
En esos mismos días, pasó por los micrófonos de la Cadena SER invitado y entrevistado por José Martí Gómez y el director del programa “A vivir que son dos días”, Javier del Pino. Pan, educación, libertad, era el colofón a su trilogía sobre la crisis, pero en la trilogía se habla sobre una realidad en la que sufre la gente y, según Markaris, esto necesita una última novela a modo de epílogo. Durante la entrevista habló de Europa (http://www.cadenaser.com/sociedad/audios/petros-markaris-juventud-griega-reaccionando-cosas-basicas-solidaridad/csrcsrpor/20131026csrcsrsoc_5/Aes/). Citando a Jean Monet dijo que la crisis actual no procede de la vanidad, sino de una estrategia equivocada. Europa debió empezar por la cultura. A Europa le falta tener en cuenta las diferentes culturas que la forman. Por otra parte, Europa necesita un discurso político. En los países con crisis la democracia funciona mal. La gente vota a políticos que sólo hablan para los mercados financieros. No hablan para la gente. Sobre Grecia dijo que durante su historia había sido siempre un país pobre con un alto nivel de cultura. Grecia siempre pudo tratar con la pobreza, pero no asimiló la riqueza correctamente. En los años 80 los griegos empezaron a pensar que podían tener cualquier cosa y los políticos fomentaban esta mentalidad en lugar de invertir el dinero que llegaba de Europa. Se creó así una riqueza virtual que ahora se está pagando con peores condiciones. El problema, por tanto no es la Troika, es la política económica. Con Troika o sin ella se hubiera hecho la misma política. Márkaris cree que Grecia y España pasan por un momento de falta de perspectivas y falta de fe en sus sistemas políticos. Están en un laberinto y no encuentran la salida.
Pedro Álvarez de Frutos.