El emblemático tren de la fresa ha vuelto a recorrer las vías camino de Aranjuez. Este ferrocarril, una auténtica reliquia con más de 100 años, arranca hoy domingo su trayecto otoñal para el público. Ya ayer se adelantaron unos pasajeros muy especiales. El tren ha dedicado su primer viaje de la temporada a los sanitarios. Más de 250 médicos, enfermeras y otros profesionales del sector, han sido homenajeados con un trayecto único.
Este emblemático tren hace el recorrido de la segunda línea de ferrocarril que hubo en España, inaugurada en el año 1851. El convoy histórico sale del Museo del Ferrocarril y cuenta con todo lujo de detalles, desde azafatas y revisores con uniformes decimonónicos a carteles con la publicidad de la época. Es una forma muy original de redescubrir Aranjuez, puesto que incluye visitas a sus lugares más destacados, como el propio palacio, así como una degustación de su famosa fresa, para los vecinos “la mejor del mundo”.
El ferrocarril llegó a España en el año 1837, Isabel II había sido coronada cuatro años antes. El primer trayecto no estaba en la península ibérica, sino al otro lado del charco, se trataba de una línea entre La Habana y Bejual, en Cuba, cuando la isla era una provincia española. Esto hace que aquel sea considerado el primer tren que hubo en toda iberoamérica. No obstante, los vecinos de Arnao, Asturias, reivindican que en su población ya había un ferrocarril para aquel entonces. Hay documentos que acreditan que en 1834 existía un pequeño tren que comunicaba las minas de esta población.
El que ha pasado a la historia como el primer servicio regular de la península ibérica es el que hubo entre Barcelona y Mataró, inaugurado en 1848. A pesar de las dificultades que hubo a la hora de financiarlo y construirlo, el nuevo invento fue un éxito total. Esto hizo que se quisiera replicar el modelo en otras partes de España y, siendo Madrid la capital, no podía faltar.
Isabel II
Está claro que a la reina Isabel II le gustaba mucho el ferrocarril. Este nuevo medio de transporte traería muchas facilidades a la corte, sobre todo a la hora de desplazarse. Es por ello que las primeras vías de tren que hubo en la región se colocaron entre Madrid y Aranjuez, uniendo así los dos palacios reales más importantes del momento para mayor comodidad de la soberana.
El camino de hierro entre palacio y palacio se inauguró el 9 de febrero de 1851 y enseguida fue utilizado por un gran número de madrileños que no daban crédito a la idea de ir y venir a Aranjuez en el mismo día. La reina era una de las pasajeras más habituales. El tren se convirtió en el medio de transporte preferido por Isabel II, tanto fue así que no dudó en apoyar las numerosas ampliaciones de la vía. De hecho, la soberana jugó un papel fundamental en el desarrollo de la red ferroviaria española. La línea de Aranjuez fue ampliándose hasta acabar uniendo la capital con la costa, en 1858 las vías llegaban hasta el puerto de Alicante.
La historia reciente de España ha estado ligada al tren. Gracias a aquella apuesta decidida por las locomotoras y las vías ferras tenemos hoy una de las mejores redes de tren del mundo. España es en la actualidad el país de la Unión Europea con la mejor red ferroviaria y el cuarto del mundo según el Instituto de Estudios Económicos. Es para estar orgullosos.
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