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Blogs El rincón del gato por Roberto Macedonio

El enigma del parque del Capricho, un lugar para enamorarse

Lo construyó la IX duquesa de Osuna y está lleno de incógnitas

El enigma del parque del Capricho, un lugar para enamorarse
Templo del amor en el parque del Capricho.
Roberto Macedonio el
El parque del Capricho es, sin duda, el lugar perfecto en el que pasar San Valentín. Sus jardines de influencia inglesa, francesa e italiana lo convierten en uno de los espacios más románticos de Madrid. Este sitio encierra numerosas historias de amor. Por aquí paseaban Goya y la duquesa de Alba, pero detrás de su construcción está el nombre de otra aristócrata, María Josefa Pimentel y Téllez Girón, IX duquesa de Osuna.
En el siglo XVIII, cuando se empezó a construir el parque, los duques de Osuna gozaban de gran popularidad en la corte. Formaban una de las familias nobles más importantes del país y, digamos, que la duquesa se convirtió en una especie de influencer de la época. Era una mujer culta y preparada, con inquietudes científicas y artísticas. Organizaba  coloquios a los que acudía la más alta sociedad. Lo que ella hacía o decía, normalmente, se convertía en tendencia, pero su vida estaba marcada por la tragedia.
Fallecieron de forma prematura
“Los duques de Osuna y sus hijos”, cuadro pintado por Goya en 1788. (Museo del Prado).

Los duques de Osuna llegaron a tener nueve  hijos, cuatro de los cuales fallecieron de forma prematura durante su infancia. Esta tragedia hizo que María Josefa se interesara por cuestiones como la medicina y la ciencia. La duquesa llegó a tener una biblioteca con más de 60 mil libros, un volumen enorme incluso para aquella época ilustrada. Pero lo sorprendente es que  muchos de los ejemplares estaban relacionados directamente con la brujería, entre otros tenía “El martillo de las brujas”, uno de los mayores tratados sobre brujería del mundo, publicado en 1486. No hay duda de que la duquesa se interesó bastante por este tema.

Uno de los principales mecenas de Goya fue el duque de Osuna. La compraventa de cuadros entre esta casa y el pintor está firmada por él mismo, pero en muchos documentos se detalla que las obras de arte eran un encargo directo de la duquesa. Fue ella, de hecho, quien le presentó al artista la duquesa de Alba. Entre las diferentes obras que la familia encargó hay una serie de seis cuadros escalofriantes sobre “asuntos de brujas” que durante mucho tiempo estuvieron en las dependencias privadas de la duquesa (en la actualidad se encuentran entre el Museo del Prado, el Museo Lázaro Galdiano, la National Gallery de Londres y una colección privada). Pero ¿qué tiene que ver todo esto con los jardines?
Recopilación de los seis cuadros que forman la serie “asuntos de brujas” pintada por Goya para los duques de Osuna.
Sin duda el parque fue mucho más que un capricho de la duquesa. Tardó 52 años en construirse y está lleno de detalles ocultos que articulan esta megalómana obra de 14 hectáreas a las afueras de la capital. La duquesa de Osuna supervisó personalmente cada rincón del parque hasta su muerte en 1834. Este lugar en el que se respira amor está relacionado con aquellos “asuntos de brujas” que pintó Goya y con la desgraciada vida de la duquesa. Según recoge Clara Tahoces en su libro “El jardín de las brujas”, todo se diseñó como un espacio mágico lleno de simbología oculta.
El casino de baile, el pequeño canal que durante mucho tiempo fue navegable, la ermita, el laberinto natural o el propio palacio de los duques son algunos de los espacios del parque que encierran un gran número de enigmas. El Capricho no es solo un jardín romántico, es un lugar lleno de preguntas sin respuestas. Como el amor mismo y como la propia vida de la duquesa, este sitio también es inexplicable.
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