ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

El yo-gente de hoy

José Manuel Otero Lastres el

En la lección Cambio y crisis, escribía Ortega y Gasset en 1933: «Mis opiniones consisten en repetir lo que oigo a otros. Pero ¿quién es ese o esos otros a quienes encargo ser yo?… ¿Quién es el sujeto responsable de ese decir social, el sujeto impersonal del ‘se dice’? ¡Ah!, pues? la gente». Y concluye: «Y al vivir yo de lo que se dice y llenar con ello mi vida he sustituido el yo mismo que soy en mi soledad por el yo-gente». El fenómeno de sustituir nuestro yo individual por el social del “yo gente” sigue siendo actual, aunque ha variado su contenido.

Hoy creo que hay tres ideas, más que otras, que se repiten machaconamente en los medios y redes sociales que nutren el pensamiento actual que podríamos calificar como “políticamente correcto”. Son el cambio climático, la violencia de género, y el individualismo emocional.

En el ABC de hoy, José María Nieto, reciente Premio Mingote,  publica, en su habitual espacio “Fe de erratas”, un magnífico resumen gráfico de las reacciones ante el cambio climático. Se trata de tres viñetas, tituladas “parece que refresca”. En la primera, se ven dos de sus personajes, convenientemente abrigados, que están encaramados a un montículo y uno le dice al otro “parece que refresca”, el otro responde “si”, y el primero añade “aunque menos que otros años, ¿verdad?”. En la segunda viñeta el que había respondido “si” agrega “a mí me parece un otoño normal”. En la tercera y última viñeta, se ve al que había iniciado la conversación hablando por un teléfono móvil y diciendo “He identificado a un negacionista del cambio climático, mandad refuerzos”. Creo que no hace falta añadir nada más.

Sobre la violencia de género, dolorosa realidad que no puede negarse ni ocultarse sino todo lo contrario combatirse con ardor, el “yo-gente” actual es que esta execrable violencia debe recibir un tratamiento individualizado y singular. Lo cual implica que no debe ser incluida –no digo ya ser equiparada- con cualquier otro tipo de violencia aunque tenga lugar en el ámbito familiar. Es, al parecer, una exigencia innegociable del feminismo más radical, el cual parece ver en todo hombre por el solo hecho de serlo un ser predispuesto a convertirse en un maltratador.

Finalmente, en lo que concierne al “individualismo emocional”, denomino de este modo al fenómeno integrado por dos rasgos: el individuo se guía por los sentimientos y emociones más que por la razón y, por eso, -y este es el segundo rasgo- antepone lo individual a lo general. Muestra de lo que digo es, en el ámbito de la política nacional, la proliferación de formaciones políticas locales o regionales que congregan unos votos que, en lugar de ir a parar a los representantes que defienden los intereses generales, los reciben los que se proponen defender los intereses localistas.

Sociedad
José Manuel Otero Lastres el

Entradas más recientes