José Manuel Otero Lastres el 26 ene, 2021 De todos es conocido el aserto de que “en el medio está la virtud”. Esta afirmación que es muy antigua y que se relaciona con el consejo que le dio Dédalo a su hijo Ícaro de no volar ni muy alto para que el sol no derritiera la cera de sus alas, ni muy bajo para que la espuma del mar no las mojara, y que hicieron suya Aristóteles y San Agustín, no funciona del todo en política. Hasta ahora todos los intentos de gobernar en España desde un partido de centro, excepto en el caso de la UCD, fracasaron. Y el caso de UCD puede considerarse excepcional porque fue una amalgama de partidos de diferentes ideologías que acabó diluyéndose y recuperando cada uno su sitio originario: algunos se quedaron en el centro pero desde la irrelevancia, otros se integraron en la derecha bajo el paraguas del PP y otros se fueron al PSOE. Desde entonces hasta hoy las operaciones políticas generadas desde el centro nunca consiguieron el gobierno de la Nación, ni la operación Reformista de Roca Junyent, ni UPyD ni Ciudadanos han llegado a ser nunca operaciones mayoritarias. Y eso no es, a mi modo de ver, porque la política centrista no sea acertada, sino porque el propio mensaje desde el centro no acaba de calar y ser preferido al de los dos lados colindantes. Para mayor desgracia cada vez que un partido de centro tuvo un gran resultado electoral (insisto sin llegar a ser nunca mayoritario) le asaltó inmediatamente la tentación de desplazar a las fuerzas contiguas, generalmente a la del lado derecho. El último ejemplo fue el de Albert Rivera. Y es que los políticos centristas exitosos olvidan que aunque en la propia esencia de la política va implícita la idea de la conquista del poder, el centro está en el medio y no en uno de los lados. Cada líder centrista tiene que tener muy claro cuál es su sitio, tiene que ubicarse y los que reivindican el centro se equivocan cada vez que intentan convertirse en mayoritarios, porque para conseguir ese objetivo tienen que desplazarse y, por tanto, en ese momento mismo ya pierden la virtud de estar en el centro. Lo importante es que tengan en cuenta que desde el propio centro y sin necesidad de trasladarse a ninguno de los dos lados se puede hacer una gran actividad política con solo impedir que la formación gobernante se incline en demasía hacia su extremo. Y eso que a algunos puede parecerle poco es mucho. Política Comentarios José Manuel Otero Lastres el 26 ene, 2021