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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

Zinedine Zidane y El arte de la Prudencia de Gracián

José Manuel Otero Lastres el

El indudable éxito deportivo de Zinedine Zidane lo explican tres aforismos que publicó nuestro clásico Baltasar Gracián en 1647 es su conocida obra “Oráculo manual y arte de la prudencia”. Si continúan leyendo verán cuán cierto es lo que sostengo.

El primer aforismo que cabe aplicar a Zizou es el que lleva el número 61, cuyo título es Eminencia en lo mejor. Dice Gracián que es una gran singularidad entre la pluralidad de perfecciones; que no puede haber hombre grande que no tenga alguna cualidad sublime; y que la eminencia en materias elevadas es como tener un carácter de soberano: gana la admiración y el afecto.

Todo lo que antecede es predicable de Zidane. Fue un jugador eminente entre los de su profesión, tuvo diversas y variadas cualidades sublimes, que se resumen en un extraordinario talento para el difícil arte del fútbol y se ganó la admiración y el afecto de todos.

El segundo aforismo es el que tiene el número 62 “Contar con buenos colaboradores”. Dice al respecto Gracián que algunos quieren que su extremada perspicacia domine sobre las limitaciones de sus colaboradores. Pero añade que eso es una peligrosa satisfacción que merece un castigo fatal. Y concluye que la grandeza del superior nunca disminuyó por la competencia del subordinado.

Zizou, en su cargo de entrenador del primer equipo del Real Madrid, se rodeó de un magnífico equipo de colaboradores que contribuyeron significativamente a su éxito. Desde su equipo técnico, al preparador físico, pasando por los fisios y recuperadores y el equipo médico, todos, como una piña, y cada uno en lo suyo, sumaron su excelencia personal para el triunfo del equipo, dirigidos con excelente batuta por Zinedine.

Y el tercer y último aforismo es el 73 “Saber usar evasivas”. Afirma Gracián que este es el recurso de los prudentes: con la galantería de un donaire suelen salir del más intrincado laberinto. Añade Gracián que “con una sonrisa, airosamente, se evita la contienda más difícil”. Y concluye señalando que cambiar de conversación es una treta cortés para decir que no, porque no hay mayor discreción que no darse por enterado.

Los que hayan seguido alguna rueda de prensa de Zizou convendrán conmigo en que si las hubiera presenciado Gracián habría certificado que la manera de responder de Zinedine a los informadores era el paradigma de su aforismo. Para el espíritu más templado no es fácil resistir a diario a las punzantes preguntas de los periodistas sobre los distintos aspectos que rodean al mundo del fútbol. Pues bien, Zinedine resultó un verdadero maestro de la sonrisa evasiva, lo que contribuyó al excelente clima que existió entre él y los informadores.

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