Tras el lamentable espectáculo, por el fondo y la forma, del debate que hubo ayer en el Congreso de los Diputados a causa de la derogación de la pena de prisión permanente revisable, han empezado a circular por la red mensajes, tanto simplemente escritos como acompañados de imágenes, a favor y en contra de la medida. Como suele suceder en la ágora virtual en que se ha convertido la red, hay que reconocer que los españoles estamos bastante bien dotados de ingenio. Y la imagen que incorporo es una buena muestra de ello.
El autor de tan destacada viñeta -lamento desconocer su nombre para hacerle una cita merecida- incorpora a las figuras de los Picapiedra, Pedro Picapiedra y Pablo Mármol, los rostros de dos de nuestros nuevos políticos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. A mi modo de ver, el mensaje es elocuente y ambivalente.
Lo primero, porque, más allá de la coincidencia del nombre de los dos políticos con el de los dos “Picapiedra”, la imagen puede estar enviando el mensaje de que ambos políticos, más que modernos son trogloditas: del tiempo de las cavernas. Lo cual confirmaría que lo moderno no es siempre lo de fecha más reciente, en nuestro caso los dos jóvenes políticos, sino lo que más conecta con la realidad del tiempo en el que vivimos.
Y lo segundo, porque el texto de la viñeta contiene dos mensajes de distinto alcance. El principal invita a recordar que ambos “Picapiedra” llevaron a cabo la tarea de desmantelar la pena de prisión permanente revisable: es una reclamación indiscutible de autoría. Pedro y Pablo, Sánchez e Iglesias, son los causantes de la posible desaparición de nuestro Código Penal de la indicada pena, que, como es sabido, está prevista para ciertos delitos especialmente reprochables y hasta se preveía su extensión para otros ilícitos penales de similar gravedad.
La leyenda que figura al final y en caracteres tipográficos de menor tamaño es la que tiene un doble significado: nuestros actuales Picapiedra nos piden que tengamos en cuenta para las próximas elecciones su condición de desmanteladores de esta pena de prisión agravada. Y claro, lo más probable es que la gente no lo olvide, pero ni los que no les perdonarán tal inicitiva, ni tampoco los que estén de acuerdo con ella.
Se sabe que hay muchas personas, se habla de más de tres millones, que firmaron a favor de conservar este tipo de prueba. Pero si el PSOE y Unidos Podemos no se han subido a la corriente no hay que descartar que traten de satisfacer a otros que pretenden eliminarla.
Por eso, la viñeta, que me parece muy ingeniosa, tiene la virtud de que puede satisfacer a todos. Nadie olvidará en las próximas elecciones lo que hicieron nuestros Picapiedra: unos para no darles su voto y otros para lo contario.
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