En el diario ABC de hoy y en el ABC.es, se publica una entrevista con la actriz Nati Mistral que no tiene desperdicio. No solo acredita, como ella misma reconoce, que a sus 87 años la “mantiene vital” su mala leche, sino también que goza de una gran lucidez.
Vean, por ejemplo, lo que dice en materia política «Pedro Sánchez me parece un peluquero de señoras y Pablo Iglesias el chico de una imprenta al que le encargas las fotocopias». Y en cuanto a Cataluña concluye «es como un niño mimado que no para hasta que consigue el chupa chups».
En mi opinión, para expresarse de esta manera, además de la mala leche y la lucidez indicadas, se requieren grandes dosis de libertad e independencia. La actriz y cantante madrileña parece no esperar nada del momio de las subvenciones que tanto reclaman alguno de los de su sector que están a la espera de que lleguen al gobierno el “peluquero” y el “chico de las fotocopias”.
Y es que todo parece indicar que, al fin, Pedro Sánchez va a llegar a la Moncloa y, aunque tratara aparentemente de evitarlo, lo hará acompañado por Pablo Iglesias. Reconozco que Ciudadanos ha intentado de buena fe aunar las voluntades de los partidos constitucionalistas. Pero mucho me temo que los otros dos, Pedro y Pablo, lo estén utilizando.
Con todos mis disculpas para Albert Rivera, tengo la impresión de que los Secretarios Generales del PSOE y Podemos, que tan contrarios parecen ser al mundo de los toros, han estado utilizando a Ciudadanos a modo de muleta, entendiendo esta palabra en el sentido de “bastón o palo que lleva pendiente a lo largo un paño o capa, comúnmente encarnada, de que se sirve el torero para engañar al toro y hacerle bajar la cabeza cuando va a matarlo”.
La representación teatral en que se ha convertido actualmente la política induce a pensar –y ojalá que me equivoque- que Pedro Sánchez, durante las conversaciones con Ciudadanos, representa el papel de un “buscapactos” tranquilizador, reformista y de progreso dentro del cauce constitucional. Cuando lo cierto es que en el camerino, sin la luz y taquígrafos de los que hablaba el líder socialista, éste y Pablo, no solo ya han pactado la investidura (incluidas las abstenciones y ausencias), sino incluso los sillones del Consejo de Ministros. Nunca me gustaría tanto equivocarme, pero me temo que estoy en lo cierto.
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