Hay momentos en la vida de los pueblos, en la que los jefes de Estado y los responsables polÃticos se la juegan. Cuentan en Londres que en los dÃas previos al referéndum por la independencia en Escocia, el primer ministro, David Cameron, multiplicó su presencia en televisión para rebatir una y otra vez los argumentos de los que apoyaban su separación del Reino Unido. Dicen que gracias a estas comparecencias se consiguió hacer frente a la la secesión y ganó el No. David Cameron se la jugó y acertó en su estrategia.
En España, la situación creada por Artur Mas en Cataluña ha obligado a los lÃderes polÃticos a retratarse sobre un proceso que, a diferencia de Escocia, ya está en marcha. Este momento, no es solo de los dirigentes de los partidos polÃticos, sino también de la Jefatura del Estado. Si Don Juan Carlos frenó en seco el golpe del 23-F, un hecho que mereció el reconocimiento de la mayorÃa de los ciudadanos y lo consolidó como el impulsor de la llegada de la democracia a España, a su hijo, Don Felipe, le va a tocar hacer frente al golpe de Estado secesionista que ya ha declarado el Parlamento catalán.
El Rey de España ha decidido intervenir porque sabe que este momento de la historia de España puede consolidarlo, como le sucedió a su padre, en su papel de garante de la unidad nacional. Y asà lo hizo ayer, al afirmar que “la Constitución prevalecerá, que nadie lo dude”. Y con la autoridad de ser el Jefe de Estado, lanzó un “mensaje de seguridad en la unidad” de España.
Seguir a Paloma Cervilla en Twitter
Otras entradas relacionadas:
Londres (VI): Y Rajoy plantó cara a Mas
Artur Mas, haz las maletas y a casa
EspañaOtros temas