TodavÃa estoy alucinando con las amenazas del presidente de Francia, Emmanuel Macron, a Albert Rivera con romper la colaboración que mantienen sus dos formaciones polÃticas, si el presidente de Ciudadanos pacta con VOX el reparto de poder municipal y autonómico.
Supongo que algo habrá tenido que ver en este dislate el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el que ahora se quiere repartir el poder en las instituciones comunitarias. Algún comentario habrá deslizado en el oÃdo de Macron en sus visitas al Palacio del Eliseo, con el único objetivo de evitar que al PSOE le frenen el paso en cientos de ayuntamientos y en alguna que otra comunidad autónoma.
Ya puesto a lanzarse de tertuliano de la situación polÃtica en España, el presidente francés bien podrÃa hacer un comentario del apoyo de Bildu, la formación filoetarra que no condena la violencia de ETA y heredera del terror de esta banda asesina; de los independentistas catalanes y de la extrema izquierda de Podemos, a la moción de censura que convirtió en presidente del Gobierno a Pedro Sánchez.
Unos apoyos que ahora volverán a ser necesarios para que Pedro Sánchez siga en La Moncloa. Esto sà que tiene un comentario y que explicarÃa la ruptura de las relaciones entre ambos mandatarios.
¿O es que es más respetable apoyarse en estas organizaciones que en VOX? A mà no me gustan los extremos, ni la izquierda, ni la derecha, y, obvia decirlo, los partidos que no condenan la violencia y los que atentan contra la Constitución y la unidad de España.
Tampoco me gustan los comentarios de VOX sobre la violencia de género o la homosexualidad. Pero puestos a elegir, siempre preferiré un partido que se mueve en el marco de la Constitución, que otro que ampara la violencia, que se salta la Ley o el de aquellos que venÃan a salvar a los pobres y terminan viviendo como los ricos.
Seguir a Paloma Cervilla en Twitter.
España