La inquietante, para algunos, dimisión de Esperanza Oña al frente del Ayuntamiento de Fuengirola ha provocado un cierto nerviosismo en el seno del Partido Popular en AndalucÃa. Oña no es una polÃtica cualquiera y ya se habló de ella para suceder a Zoido antes de que el «dedo divino» se posara sobre Moreno Bonilla. Tiene una personalidad propia, un fuerte carácter y muchos la comparan con Esperanza Aguirre. Después de 22 años como alcaldesa de este municipio malagueño ha decidido dejar la AlcaldÃa para dedicarse por completo a la vicepresidencia segunda del Parlamento andaluz. Una sentencia judicial la obligaba a elegir entre uno de los dos cargos y ha preferido quedarse en la Cámara andaluza.
Para algunos esta decisión no tiene nada que ver con unas supuestas aspiraciones a liderar el PP en AndalucÃa si Juan Manuel Moreno no consigue unos buenos resultados electorales en las municipales. «No creo que aspire a nada, de momento, pero nunca se sabe porque el futuro está por escribir», aseguran a ABC fuentes de los populares andaluces. Pero también recuerdan estas mismas fuentes que «no le hubiera molestado que la hubiesen ungido como lÃder».
Con Moreno y todos los alcaldes fuera del Parlamento, ella podrÃa utilizar la plataforma que le brinda la Cámara para hacer oir su voz y convertirse en el referente de los populares con mayor proyección parlamentaria.
Otras fuentes del partido aseguran que «la vemos esperando a ver qué pasa, aunque desde la lealtad. Ella no va de retirada y eso lo pensamos todos».
Los barones provinciales están a la espera. Moreno Bonilla tiene de plazo para consolidar su proyecto hasta las autonómicas de mayo de 2016, siempre y cuando los resultados en las municipales y en las generales sean aceptables. Algunos de los presidentes provinciales ya han fijado a ABC el umbral para actuar: «Si perdemos más de un diputado por provincia, o sea, más de ocho, estaremos obligados a hacer otras lecturas. SerÃa un sÃntoma de que algo no funciona y habrÃa que actuar».
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