Desde hace exactamente seis horas, Leire PajÃn, la vicesecretaria de Organización del PSOE, es ya senadora por Valencia. Aunque, eso sÃ, queridos seguidores de este blog, no hay que alarmarse porque mantendrá su sueldo de sólo 5.000 euros al mes, según ella misma aseguró en su dÃa. He estado toda la tarde en el Senado para no perder detalle de la toma de posesión de su nuevo escaño, que se preveÃa, cuanto menos curiosa, aunque para algunos, como el senador popular Pedro Agramunt le ha parecido un circo. Ya me imaginaba algo asà cuando el PSOE me envió la lista de invitados, insólito en la jura o promesa de un escaño, un total de 52, entre ministros (por cierto, Chacón parece que no aceptó la invitación, porque no estuvo), senadores y cargos socialistas valencianos, dirigentes estatales y hasta un alto cargo, que para eso se lo debe a Zapatero. La fiesta no decepcionó, PajÃn llegó como una estrella de cine, entre cámaras de televisión y flashes de los fotógrafos, repartió besos y abrazos y no paró de hacerse fotos, que para algo es la jefa y todo el mundo socialista querÃa inmortalizarse con ella, por si acaso, ya lo dijo Guerra, el que se mueva no sale en la foto. El show estaba preparado, pero siempre hay un imprevisto y nadie pudo evitar que, en la tribuna de invitados, se colara alguien que no parecÃa ser muy fans de PajÃn, y que se encontraba de visita en el Senado, dentro de las jornadas de puertas abiertas. La señora, lo siento por el PSOE (que ha tratado de poner en duda mi testimonio), estaba sentada cerca y yo la oÃ, no se le ocurrió otra cosa que gritar: ¡fuera, fuera!, cuando PajÃn prometió su cargo. Tanto preparativo para que llegue un ciudadano y, con un sólo gesto, le estropee a PajÃn su esmerada puesta en escena.