Albert Rivera ha puesto su lÃnea roja para pactar con el Partido Popular en la sustitución de Mariano Rajoy como candidato a la Presidencia del Gobierno por otro dirigente de esta formación polÃtica. Esta semana lo ha dicho claramente: “Si el partido tiene otro candidato distinto a Mariano Rajoy, cambia todo”. El lÃder de Ciudadanos justifica su ya abierto desafÃo contra Rajoy en que no es la persona idónea para llevar  acabo las reformas ni regenerar la polÃtica, por el pasado de corrupción que arrastra.
Hasta ahà me parece una opinión tan respetable como cualquier otra, el problema es que el partido al que apoya, el PSOE, también arrastra un pasado de corrupción, como el de los ERE de AndalucÃa. Además, ayer le saltó un nuevo escándalo: el secretario general de los socialistas gallegos, José Ramón Besteiro, ha sido imputado por seis delitos. El dirigente gallego ha renunciado a ser candidato a la Xunta, pero no a seguir al frente de la formación regional.
¿Qué va a hacer ahora Rivera? ¿Exigirá la cabeza de Pedro Sánchez, como la de Rajoy, si Besteiro se empeña en seguir en el PSOE? Si no lo hace ¿dónde está la credibilidad de Rivera? ¿Por qué con Susana DÃez no utiliza la misma vara de medir que con Rajoy y la apoya para ser presidente de la Junta de AndalucÃa?
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