De las siete grandes capitales históricas de China, cuatro estuvieron en lo que hoy es la provincia de Henán: Luoyang, Kaifeng, Anyang y Zhengzhou. Después de Pekín, Henán es la provincia con más lugares declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Y es que Henán está considerada como la cuna de la civilización china.
Cinco de las nueve estatuas budistas de la cueva de Fengxian.
Aunque no es su capital, Luoyang puede que sea la ciudad más visitada de Henán. Cuenta con una historia de 5.000 años, de los que 1.500 fue la corte de varias dinastías chinas. Durante la Sui (581-618) y la Tang (618-907) aquí estaba el punto de partida de la famosa Ruta de la Seda, gracias a la cual se conocieron en Occidente la porcelana, el té y la propia seda.
Peonías a los pies del Buda.
Hoy, además de por su festival anual de las peonías, la flor nacional china, Luoyang es conocido por las Grutas Longmen (Puerta del Dragón), una de las maravillas antiguas del país.
El budismo, nacido en la India, llegó a China en el siglo I dC.
Cuevas en el acantilado sobre el río Yi.
Situadas a 15 kilómetros de la ciudad, en un acantilado sobre el río Yi, miles de cuevas de diversos tamaños se extienden sobre un kilómetro de ribera. Han sido catalogadas 2.345 grutas y nichos con 2.800 inscripciones, 40 pagodas y unas mil figuras de Buda. Declaradas Patrimonio de la Humanidad en 2000, son junto a las de Mogao (provincia de Gansu) y las de Yungang (Shanxi), las grutas budistas más importantes de toda China.
Escaleras que dan acceso al Gran Buda.
La mayoría (60%) se construyeron durante la dinastía Tang, el resto son anteriores. De todas, la más notable es la de Fengxian, con 9 estatuas monumentales construidas en semicírculo entre los años 672 y 675. El Gran Buda está situado en la parte superior del acantilado. Se accede a él desde un paseo que va a lo largo del la orilla del río, subiendo unos peldaños de piedra.
En los agujeros cuadrados de la roca encajaban las vigas del templo.
Originariamente formaba parte de un templo con techo de madera. En la pared de roca se ven perfectamente los agujeros cuadrados en los que encajaban las vigas de madera que sujetaban la techumbre. Los arqueólogos han optado por dejar la reliquia tal cual, sin añadidos, algo que el ojo occidental agradece.
La estatua situada en el centro, la mayor de Longmen, tiene 17 metros de altura y representa al Buda histórico, flanqueda por dos de sus discípulos: Ananda y Kashpaya.
Cueva de Binyang.
Una de las cuevas más antiguas es la de Binyang, comenzada a escavar en el 508. Está compuesta por un gran número de tallas originalmente pintadas en azul brillante, rojo, ocre y oro, aunque la mayor parte de la pintura ha desaparecido. El Buda central, sentado en un trono de león, es generalmente identificado como Sakyamuni.
Hay restos de policromía en la mayoría de las imágenes.
En estas figuras, así como en la mayoría de las otras cuevas, aún se pueden apreciar restos de la policromía que las cubría por completo. En otra hay más de 100 inscripciones con recetas para elaborar medicinas.
Fotos: PILAR ARCOS
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