En julio de 1980, cuando fui por primera vez a Budapest, lo hice vía París con las líneas húngaras Malév (entonces estatales), que cerraron en 2012 después de haber sido privatizadas en 1992. Mi destino final era Tirana (¡Qué nombre más adecuado para la capital de una dictadura!), en Albania, primer país que aparecía en nuestros pasaportes a los que estaba prohibido ir por motivos políticos. En los años 90 era más fácil. Iberia tenía 3 vuelos semanales desde Madrid a Budapest y otros 2 desde Barcelona. Pero aquello también se acabó. Ahora he vuelto justo cuando nuestra aerolínea ha reanudado sus vuelos a la ciudad del Danubio.
Airbus A320 de Iberia “Playa de los Lances” en el aeropuerto de Budapest.
Tras los ajustes, Iberia asegura que vuelve a la senda de la rentabilidad. Rebajados los sueldos, tiene previsto contratar nuevos pilotos por primera vez desde hace once años, además de analizar ya nuevos mercado como Asia, al que podría empezar a volar en los próximos ejercicios, y donde Japón se perfila como una posibilidad. ¿Volveremos a perder el “tren” de China? Parece que sí.
Arco de honor de agua al avión de Iberia nada más aterrizar en el aeropuertto de Budapest.
El presidente de Iberia, Luis Gallego, lo ha anunciado en La Habana, otro destino recuperado después de dos años al socaire de la nueva etapa presidida por la apertura de relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Iberia necesita unos 120 pilotos más, aunque la convocatoria se hará para 200. Y precisó que, de las rutas de largo recorrido suprimidas, ya se han recuperado todas, a excepción de San Juan de Puerto Rico. También lo han hecho las de corto y medio radio, salvo El Cairo, pero en este segmento la compañía ya está abriendo nuevos destinos como Hamburgo, Florencia, Catania (Sicilia) y Budapest. El año pasado, la compañía aérea recuperó los vuelos a Montevideo, Santo Domingo, Estambul y Atenas, operados por la matriz, y a Estocolmo, Ámsterdam, Hannover y Stuttgart por la filial Iberia Express.
Terminal 2 del aeropuerto internacional de Budapest Ferenc Liszt. (Foto: P. Arcos)
El 2 de junio se inauguraron los vuelos entre Madrid y Budapest “de forma experimental” hasta el próximo 22 de octubre, y si tienen éxito, se prolongarán en el tiempo podría ser que indefinidamente.
Cabina de Bussiness de un A321 de Iberia en vuelo a Budapest. (Foto: P. Arcos)
Así, Iberia une ya ambas capitales hasta con seis vuelos a la semana en aviones Airbus de la familia A320, que pueden llevar entre 141 y 200 asientos distribuidos en dos clases: Business y Económica. Iberia ofrecerá en esta primera etapa más de 29.200 asientos entre ambas ciudades.
Recepción del primer vuelo de Iberia en el aeropuerto de Budapest.
Celia Muñoz, gerente de Ventas de Iberia en Europa y África, ha manifestado que “la capital húngara es un destino muy popular en España por su historia, su gastronomía y su vida cultural. Con este nuevo vuelo, mejoramos de forma importante la conexiones de Hungría con el resto de nuestros destinos en España y con nuestra red en América Latina”.
Sala de control interior del aeropuerto de Budapest. (Foto: P. Arcos)
Además de volar a Madrid, los clientes de Iberia procedentes de Hungría podrán continuar su viaje a otras 22 ciudades españolas, como Mallorca, Barcelona o Málaga, Lisboa y Oporto en Portugal, Luanda en Angola, y Buenos Aires, México DF, Montevideo, Sao Paulo y Santiago de Chile en Latinoamérica.
Vista de Venecia desde un A321 de Iberia rumbo a Budapest. (Foto: P. Arcos)
El vuelo dura unas tres horas y media y, a la ida, los viajeros de los asiento A, las ventanillas del lado izquierdo, reciben como premio adicional unas bellísimas imágenes a vista de cartógrafo sobre la ciudad de Venecia.
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